En los últimos meses se ha hablado mucho sobre las dificultades que está atravesando Sebastian Vettel y los percances en los que se envuelve estas últimas carreras. No es nada raro ver a un gran campeón entrar en una espiral negativa, la historia del deporte está llena de estas situaciones. Pero no hay una causa común, cada situación es diferente. Partiendo de datos, los que dicen mucho, se observa que el Campeonato del Mundo de Ferrari y del propio Sebastian se ha puesto casi imposible por errores de los dos. Usar la calculadora para determinar cuál de los dos frentes ha cometido más fallos no es lo adecuado, sino que hay que remar juntos y mejorar para futuras carreras.

Por un lado, hay un equipo joven, como lo ha señalado repetidamente Maurizio Arrivabene, por otro, un piloto que ha ganado cuatro Mundiales, que debería de estar acostumbrado al ambiente de luchar por un título. Pero el Vettel de hoy no es el mismo que en Red Bull por varias razones. La primera, por supuesto, es que al volante de la Scuderia estás siempre en el punto de mira y se magnifica cualquier victoria o error. Ganar con Ferrari no es lo mismo, ni fallar tampoco. Y si los errores comienzan a ser muchos, terminas en la boca de toda la prensa italiana, como siempre ha sido para los pilotos del Cavallino.

Pero hay sobre todo un aspecto que diferencia al Vettel de Ferrari del cuatro veces campeón mundial al volante de Red Bull. De 2010 a 2013 Vettel hizo su parte, la de ser el piloto líder, y lo hizo bien. Ha crecido enormemente. Cuando llegó a Maranello, en 2015, Seb era el elegido para ser el que recondujera al Cavallino hacia la senda del triunfo junto a  Sergio Marchionne y Maurizio Arrivabene. Todos recordamos que Vettel apareció tomando notas de todo y poniendo sobre la mesa su opinión, la de un cuatro veces campeón del mundo en un grupo de trabajo formado por profesionales, pero que en su mayoría no habían saboreado la miel del triunfo.

Muchas hipótesis se han formulado en estos días, y según Motorsport Italia, si la falta de serenidad del piloto alemán realmente está ligada a asuntos personales, entonces es necesario tener el mayor respeto por un piloto que nunca se ha escondido y ha sido autocrítico consigo mismo cuando ha errado. Si, por otro lado, la razón radica en la gestión deportiva de un mundo tan intenso como la Fórmula 1, Vettel necesitaría centrarse únicamente en su papel de piloto y no de pensar en todo lo que es un equipo como Ferrari y dejar a los expertos trabajar, lo que hará que el piloto esté más relajado, ya que se ha visto en mucha tensión estas últimas semanas.