Los secretos de la FIA...
La FIA cambió de opinión sobre los huecos en las llantas de Mercedes. Esta decisión repentina puede abrir sospechas en como la federación controla a las escuderías en el aspecto técnico.
Ante el inminente inicio del Gran Premio de Estados Unidos, una decisión de última hora de la FIA afectó a Mercedes. Según se conoció el pasado lunes a través de Motosports.it, la Federación obligó a la escudería a tapar con silicona los huecos de sus llantas, estrenadas en Monza, que les permitía refrigerar mejor los neumáticos y frenos. Ferrari se había quejado en Japón, pero la FIA le restó entonces importancia. Mercedes presentó en Estados Unidos un nuevo diseño, manteniendo los huecos, aunque finalmente fue descartado. Otra vez el organismo internacional mostró ineficacia en asuntos relacionados con el reglamento técnico.
Tras el Gran Premio de Italia se descalificó a Grosjean por el uso de un suelo ilegal que la propia FIA conocía de semanas anteriores (y sin la denuncia formal de Renault no se hubiera conocido jamás), mostrando una falta de seriedad impropia de un campeonato del mundo.
Pero es posible que no sea el último caso, un nuevo sensor para controlar el sistema híbrido del Cavallino Rampante pudo ser la explicación del bajón de rendimiento que experimentaron sus coches a partir de Singapur (el sensor se implantó en esta carrera). En un principio era un asunto secreto entre los de Maranello y la FIA, como reveló el jefe del equipo, Maurizio Arrivabene: “Nuestro coche es legal. Lo era al principio de la temporada y lo es ahora. Nuestro sistema ERS es bastante complejo y la FIA lo ha monitorizado durante toda la temporada. Para ayudar a la Federación se añadieron sensores, después de que se especulara sobre nosotros. Es extraño que todo el mundo sepa del segundo sensor”.
Es normal estas reuniones secretas entre escuderías y la Federación Internacional para encontrar, en primer lugar, una solución de “puertas hacia dentro”, pero hay un límite. La mayoría de estas informaciones se conocen por filtraciones y tratan asuntos gravísimos que pueden conllevar incluso a la exclusión del campeonato. La FIA da la sensación de blindar las posibles irregularidades de los equipos, que supone una falta de confianza entre ellos.
Este blindaje puede ocasionar una guerra de filtraciones entre los equipos, observando cada pequeño detalle en el coche rival ante un resultado insatisfactorio. Repitiéndose en cada carrera escenas como en el Gran Premio de España de 1976, cuando el McLaren M23 de James Hunt fue descalificado (ante las quejas de Ferrari) por exceder los límites reglamentarios en la aerodinámica.
Ahora, las dudas, como sucedió en Ferrari en gran parte de la temporada, recaen sobre la escudería de la estrella. La FIA conocía de antemano que se trataba de una irregularidad (cuando la consideró alegal), pero ante las denuncias de Ferrari se vio obligada a tomar cartas en el asunto. La cuestión es importante, ya que se trata de una “alegalidad” posiblemente trascendente en la lucha por el campeonato. Sin esos huecos, Hamilton tuvo grandes problemas en sus neumáticos, obligado a realizar una estrategia de dos paradas por el blistering, tirando por la borda la posibilidad de ganar la carrera. La FIA, una vez más, está en el ojo del huracán.