Parece increíble, pero es real… Sebastian Vettel volvió a fallar en el Gran Premio de EEUU, en lo que viene siendo algo ya habitual en las últimas carreras. Esta vez en la primera vuelta, salía 5º y tenía que recuperar posiciones, pero una vez más cometió un error innecesario que le dejó en fuera de juego en la lucha por la victoria.

El piloto alemán falló en la disputa de la cuarta posición con Ricciardo y acabó trompeando, lo que convirtió en una quimera la remontada de Vettel, pese a que al final la consiguió acabando 4º y evitó que Hamilton cantara el alirón en Austin. El de Ferrari ya venía con un fallo del viernes donde no cumplió el límite de velocidad con bandera roja y fue sancionado con 3 posiciones en parrilla, de no ser por eso habría salido segundo y quién sabe si ganado la carrera como sí hizo Kimi Räikkönen. El potencial del coche sí lo tenía aquí en Austin.

La diferencia respecto a las últimas carreras donde también falló, es que Vettel se puso a recordar, y por decirlo de alguna manera, a repartir algo de culpa también a Ferrari: “En las últimas carreras, comprendimos que el coche no era tan rápido como antes, pero si no identifica un problema en particular, es difícil comprender si hay algún problema. Hemos creído que habíamos dado todos los pasos en la dirección correcta, pero hoy si miramos hacia atrás sabemos que no es así, claramente falta algo, pero todavía no sabemos qué”.

“Creo que el punto crucial es que durante la mayor parte de la temporada no tuvimos la velocidad para estar realmente allí arriba como nos hubiera gustado, y esto a veces causó otros problemas que no nos ayudaron”, dijo Sebastian Vettel.

Tras la carrera en Austin se pudo ver a un piloto algo superado por la situación y algo tocado psicológicamente, es obvio que no está pasando por su mejor racha y que últimamente todo va en su contra. Creo que lo mejor que podría pasar para él es que el Mundial se acabase en México (no sólo la disputa por el título, sino el calendario), necesita un reinicio mental o algo parecido.