Partiendo de la base de que la Fórmula 1 nació (y sigue siendo considerada) en Europa, en los últimos años, con la llegada de Liberty Media y los nuevos mandatarios al cargo, la clase reina del automovilismo está virando, desde muchos puntos, hacia el continente americano. Es un atractivo muy interesante para la misma pero, ¿no se están pasando?

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En 2012, la Fórmula 1 volvió a acercarse a suelo norteamericano, con la vuelta del Gran Premio de Estados Unidos, en el Circuito de las Américas, en Austin, Texas. Sin embargo, esta decisión no fue un boom para el público local.

Más adelante, en 2017, y tras años bajo el mandato de Bernie Ecclestone, la Fórmula 1 toma rumbo hacía una capitanía estadounidense, de la mano de Liberty Media. El famoso bigote de Chase Carey saltó al foco mediático para “cambiar el rumbo” de una F1 que, si bien ha sufrido varios cambios, sigue teniendo una filosofía similar.

Con el paso de los años, la Fórmula 1 está conquistando, cada vez más, a un público selecto que le era esquivo: el norteamericano. Habiendo series nacionales como el Indycar (ex Champ Car) y la NASCAR, la F1 era “la extraña” en el pueblo estadounidense. Pero esto está cambiando. La serie de Netflix Drive To Survive ha abierto un abanico de entusiasmo en el público meta y, si a esto se le suma las dos carreras que se han estado trazando para estos años, además de la ya consolidada en el COTA, todo suma.

La F1 huele a glamour, a purpurina y a gasolina. Todo esto se ha juntado y ha surgido, en esta época, el Gran Premio de Miami, un evento que, si bien ha sido criticado por la poca eficiencia en pista, fue un éxito rotundo alrededor de ella. Algo que personalidades como Zak Brown ha destacado: “la demanda de patrocinio y fans ha roto los esquemas; no he visto nada así desde que estoy en F1” recoge el medio motorsport.nextgen-auto.com/.

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Adicionalmente, junto a Texas y Miami, la categoría reina planea viajar a Las Vegas en 2023, para recorrer los puntos más excéntricos de la maravillosa ciudad. Esto es, el sueño americano de acercar el Gran Circo a casa está siendo una realidad.

No obstante, no han tardado en salir los grandes nombres en contra del rumbo que ha tomado la categoría. Sin ir más lejos, es Bernie Ecclestone, ex mandamás de la F1, quien ha tildado de “estupidez” la pauta actual americanizada.

“Están produciendo ‘Fórmula 1: Estilo Americano’. Puede ser que sea bueno, porque muchas cosas estúpidas salieron de América y a todo el mundo le gustó, pero no es la forma en la que yo llevaría las cosas” son las palabras rescatadas del medio Bloomberg.

La creciente americanización de la categoría sigue en auge, pero existen contradicciones que preocupan. En primer lugar, falta un piloto nacional que termine de romper el boom que venimos repitiendo. En ‘pole position’ para ello está Colton Herta, piloto de Andretti Autosport en Indycar, vinculado, además, con McLaren F1. En la escaleta “natural” previa al Gran Circo, se encuentran Logan Sargeant, piloto de Carlin en F2 y protegido de Williams, y Jak Crawford, que corre en F3 con Prema, bajo el patrocinio de Red Bull. Así que candidatos hay.

Ahora bien. Continua es la ristra de rumores que atañen al nombrado Andretti Autosport y su posible desembarco al otro lado del charco. Con todo a punto, hablado, y con unas intenciones claras para llevarlo a cabo, la F1 está poniendo pegas para que el equipo dirigido por Michael Andretti sea el undécimo colocado en la parrilla. ¿Coherencia? No mucha.

En definitiva, Estados Unidos, la Fórmula 1 y los dirigentes pertinentes tienen trabajo por delante para solventar esto y, de forma definitiva, hacer posible que el público local se interese, verdaderamente, por el Gran Circo.

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