No está siendo un inicio de campaña agradable para el equipo Mercedes AMG Petronas F1 Team. No solo porque se encuentren lejos de Red Bull Racing y la Scuderia Ferrari, equipos dominadores hasta el momento; sino que, ademas, no han conseguido condicionar el W13 como tenían previsto, habiendo fallado así ante las nuevas reglamentaciones que se instauraron este año.

Con dos terceros puestos como mejores resultados (Hamilton en Bahréin y Russell en Australia), el equipo Mercedes vive su peor momento desde que llegase la era híbrida. Pero ya no solo son resultados “fuera del podio”, es que incluso cuesta llegar a los puntos, como fuese el caso de Lewis Hamilton en el Gran Premio de la Emilia Romagna, donde el inglés no pasaría del 13º lugar. George Russell lo maquilló terminando cuarto, siendo el único piloto en completar todas las carreras en el Top 5.

Pero no está siendo fácil. El W13 parece haber sido concebido con un problema estructural de base, además de las distintas quejas del equipo por la falta de correlación entre lo visto en pista y lo estudiado en las simulaciones. En el circuito, uno de las principales dolencias para los alemanes es el porpoising, que les cuesta cambiar de altura al monoplaza y, por ende, perder rendimiento.

Desde Mercedes, aseguran estar trabajando en nuevas ideas para acercarse al rendimiento del Ferrari F1-75 y del Red Bull RB18, antes de, previsiblemente, centrar sus esfuerzos en el monoplaza del 2023.

“Creo que todo lo bueno y malo sucede en el suelo, por el momento” comentó Toto Wolff en Imola, y lo recoge el medio RacingNews365.com. “Tenemos ideas y conceptos interesantes que estamos explorando, que tienen que encontrar su funcionamiento en el coche en las próximas carreras. No hay algo erróneo en el concepto. Pero hay una parte de lo que hicimos que no está funcionando” añadió.

“No hay que desperdiciar las cosas buenas. Pero si hay áreas fundamentales en la que no podemos desbloquear el potencial que creemos tener en el coche, debemos cortar las pérdidas.” añadió.

A pesar de que ronda la idea de “dejar de lado el coche 2022” y centrarse en el del 2023, Wolff asume que no es tan fácil de hacer ya que, como indica la reglamentación, el coche de 2023 será una evolución del actual. Esto es, si no tienen una base competitiva, sería algo contraproducente.

“¿Hay una base de la que podamos empezar, de donde creamos poder desbloquear potencial? Si lo pensáramos, lo hubiéramos hecho hace cinco meses” concretó el alemán. “Creemos estar en la línea de desarrollo que debemos seguir, así que es un ejercicio complicado de llevar a cabo”.

“Antes de decidir, debemos continuar con la ciencia y seguir encontrando porqué es así; solo ahí podrás decir ‘Bien, corta el grifo y a concentrarse en el próximo año’. Tienes que entender dónde has fallado y, de momento, no lo hicimos” concluyó Toto Wolff.

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