F1 | ¿Cómo han hecho Red Bull y McLaren para ganarle al porpoising?
El término porpoising (o marsopeo en español) está de moda en la Fórmula 1. El paddock de la categoría continúa en la búsqueda de una solución. Red Bull y McLaren parecen haber dado con la tecla, aunque inconscientemente.
Porpoising, marsopeo, rebote o los saltos. Cuatro formas de nombrar o definir al concepto que se ha añadido al diccionario de la Fórmula 1 con la nueva reglamentación de monoplazas. El fenómeno de moda tiene al paddock en vilo, con equipos intentando solucionarlo exhaustivamente, y otros, como Red Bull o McLaren que, sin saber cómo, han conseguido subsanarlo.
Aunque a muchos nos parezca novedoso, es un efecto que ya se dio en la década de los 80’, época en la que los Fórmula 1 también sufrían con el efecto suelo. En palabras recogidas por el medio AMuS, Herbie Blash, quien fuese gerente del equipo Brabham, comentó acerca de este fenómeno: “Encontramos más carga aerodinámica, y manejamos resortes más duros. Eso desencadenó el efecto. Lo probamos durante una semana [refiriéndose al evento en Río, en 1980]”.
Una de las soluciones, al menos provisionales, a este marsopeo es hacer cortes en el suelo de los monoplazas, algo que, desde distintos equipos, aseguran que no son una solución como tal.
“Peor es cuando aumentas la distancia al suelo” comenta Andy Green, de Aston Martin, equipo que, junto a Mercedes, son los equipos más afectados por este rebote. Algo que, desde Brackley, acusan como problema aerodinámico.
Siguiendo con Mercedes, se trata del equipo del frente de la tabla que más lo está sufriendo. Sus dos podios (en Bahréin y Australia) parecen cosa de milagro, viendo como rebotan al alcanzar altas velocidades. Desde el equipo aseguran haber “intentado más de 100 experimentos sin solución”, tras haber modificado las alturas delantera y trasera, cambios en los flaps delanteros... Si bien al levantar el coche se minimiza el efecto rebote, se pierde mucho rendimiento y, por ende, son más lentos.
“No esperes una solución inmediata en la próxima carrera” reconoció Lewis Hamilton, mientras que su compañero, George Russell, aboga por que “la próxima actualización debe funcionar”.
No obstante, no todo el problema de los alemanes reside en este porpoising. “Ciertamente no existe un remedio patentado para nosotros que resuelva todos los problemas a la vez. También tenemos otros sitios de construcción que tenemos que resolver, como el peso pesado” comentó Toto Wolff.
El paso intermedio reúne a Ferrari y Alpine. Tanto los italianos como los franceses han concebido un monoplaza que, si bien sufre de este rebote, lo hace “a cámara lenta”, como si dispusiese de un amortiguador de masas. En el caso de Ferrari, todavía sorprende más ya que, aún y con estos saltos, son el monoplaza más balanceado de la parrilla y, por ende, el equipo a batir.
Así lo ve Mercedes, que entiende que el equipo de Maranello guarda su secreto en la estabilidad aerodinámica: el F1-75 se mantiene estable en distintas alturas. Algo así como el A522 de Fernando Alonso y Esteban Ocon, algo que lleva a no estar tan pendiente del balanceo.
En el otro lado de la balanza, los dos equipos que parecen haber solventado (o rebajado) este suceso: Red Bull y McLaren.
El caso de Red Bull es curioso. En un momento en el que están sufriendo con la fiabilidad con el nuevo motor de RB Powertrains, y viéndose superados por el equipo Ferrari, los de Milton Keynes han conseguido sanar este problema provocado por el efecto suelo. No obstante, el equipo asegura no saber por qué sucede esto.
“Para nosotros, desapareció con la actualización que trajimos el último día de tests de Bahréin” dijo Helmut Marko. Algo que, desde Marko hasta a los ingenieros, fue una sorpresa inesperada: “Lo solucionaron por accidente”, añadió.
Por su parte, McLaren encontró un haz de esperanza con este tema. Un monoplaza que ha sufrido desde su nacimiento y que está lejos del rendimiento esperado, ha encontrado la solución, también inesperada, para el marsopeo.
Algo que parece claro, y que consideran otros jefes de equipo, es que la solución, temporal, para este fenómeno, está en la altura del monoplaza. A mayor altura del suelo, menor es el efecto pero, en contraposición, y como sucede con Mercedes y McLaren, se pierde rendimiento.
