F1 | El Gran Premio de Australia no corre peligro ni sufrirá cambios
El evento en el Albert Park parecía estar en peligro de disputarse “normalmente” debido a retrasos en la llegada de materiales de algunos equipos. DHL, socio de la F1, rescató y aseguró el Gran Premio de Australia.
El deporte motor a nivel mundial está sufriendo las consecuencias de la guerra vivida en Ucrania y el consecuente aumento de los costes. Tras el desastre logístico vivido en MotoGP, que tuvo que reducir a 2 jornadas el Gran Premio de Argentina debido a que no llegaban los materiales desde Indonesia, ahora la Fórmula 1 se enfrentó a una situación similar.
El Gran Premio de Australia, que se disputa este fin de semana en el circuito semiurbano de Albert Park, en Melbourne, vuelve al calendario de la Fórmula 1 tras dos años de ausencia debido a las restricciones por la pandemia del COVID-19.
Sin embargo, cuando todo parecía estar encarrilado, saltaron las alarmas: algunos equipos no estuvieron recibiendo su material a tiempo, lo que, en la cabeza de quienes seguimos el motorsport, nos llevó a imágenes similares a las del Gran Premio de la República Argentina de Motociclismo.
Un barco, cuyo tiempo de llegada al país oceánico se databa en 42 días, se retrasó en su objetivo. Una semana de atrasos que hacía creer que el evento sería reducido en duración. Con ello, 3 de los equipos de la parrilla estaban en peligro de llegar justos (o no llegar) al viernes de verificación y puesta en pista.
No obstante, la Fórmula 1 siempre tendría un plan B. En este caso, se llama DHL, socio oficial de la categoría. El gigante de los envíos internacionales pudo intervenir en el asunto. Ante el riesgo de nuevos atrasos, decidieron retirar el equipamiento del barco, que se encontraba en Singapur, y colocarlo y transportarlo en avión hasta su destino: Melbourne.
El objetivo fue tal que hasta Paul Fowler, Vicepresidente de Logística de Automovilismo de DHL, determinó viajar hasta el país asiático para supervisar este rescate. De este modo, este tropiezo logístico se solucionó, y las piezas que faltaban llegaron a Australia en la mañana del lunes.
“Ahora hay casi una guerra de ofertas” acató Fowler, quien aseguró que el coste por contenedor sufrió un ascenso meteórico, pasando de cifrarse de U$900 (aproximadamente, 820€) a cerca de U$20.000 (por encima de los 18.000€). Esto, en una Fórmula 1 que busca reducir costes, es de todo menos positivo.
Good to see the drivers Down Under! 🇦🇺
— Formula 1 (@F1) April 6, 2022
Lots of smiles all around upon our return 😁#AusGP #F1 pic.twitter.com/w43aj9kbkn
Esta situación, igual que la vivida en MotoGP, nos hace reflexionar sobre que, a pesar de que se vea “de lejos”, está afectando al mundo por completo. Ya se han vivido, este mismo año, situaciones parecidas en la clase reina del automovilismo, como cuando el equipo Haas no llegó a tiempo a los primeros entrenamientos de pretemporada en Barcelona, precisamente, por la falta de material.
Resuelto este inconveniente, el Gran Premio de Australia tiene todos los tintes para ser un atractivo nuevo esta temporada. Vuelta a Melbourne tras dos años de cancelaciones, un nuevo trazado, nuevos coches y una lucha por el Mundial “al rojo vivo”. Y eso, sin perder de vista al cielo, que clama sorpresa para el domingo.
También te puede interesar: F1 | La Ferrari F1-75 eficientizará su paquete aerodinámico y perderá peso para Imola