Christian Horner, jefe de equipo de Red Bull Racing, fue citado a declarar antes de los comisarios de la FIA luego de la carrera debido a unas declaraciones emitidas por Horner antes de la carrera y que violaban los artículos 12.2.1 f y 12.2.1 k del código deportivo internacional de la FIA y que dice que “Cualquier palabra, hecho o escrito que haya causado daño moral o pérdida a la FIA ... o sus oficiales ejecutivos, y más generalmente en el interés del automovilismo”.

El jefe de Red Bull Racing había emitido comentarios algo despectivos sobre al comisario en pista que había hondeado doble de banderas amarillas. Horner ha explicado a los comisarios que sus declaraciones llegaron bajo la presión del momento luego de la penalidad recibida por el coche #33, es decir, Max Verstappen. Los comisarios explicaron que el comisario en particular hizo su trabajo actuando en todo momento conforme lo exige el código deportivo internacional de la FIA.

Christian Horner por su parte ofreció una disculpa al comisario en concreto y dio declaraciones a la prensa sobre que realmente no tuvo la intención de ofender a nadie. También se ofreció a participar en el programa internacional de comisarios de la FIA a realizarse a inicios de febrero de 2022. Los comisarios de la FIA aceptaron sin reservas las disculpas de Christian Horner y dejaron todo el tema cerrado con solo una advertencia al jefe de Red Bull Racing.

Esta es una situación similar a la vista con Sebastian Vettel hace unos años, cuando emitió comentarios dañinos contra la credibilidad de la FIA y especifico contra el difunto Charlie Whiting. En aquella ocasión el cuatro veces campeón del mundo también pidió disculpas públicas e incluso escribió una carta de disculpa dirigida a Jean Todt, presidente de la FIA y a Charlie Whiting.