Los últimos accidentes sucedidos en las carreras de F1 están conllevando grandes gastos para los equipos, y frente a esto los jefes de cada equipo se han formado una opinión diferente al respecto.

Por un lado Christian Horner, jefe de equipo de Red Bull, apoya la idea de que el coste del accidente debe quedar fuera de los límites del presupuesto general. En contraste, Mattia Binotto, jefe de equipo de Ferrari, es de los que piensa que es el causante del accidente quien debe pagar el coste a los perjudicados, ya que de esa manera "se hará a los pilotos más responsables".

Andreas Seidl ha sido el último en expresar su opinión al respecto y asegura que “asumir estos incidentes forma parte de las reglas del juego y es nuestra responsabilidad gestionar el presupuesto teniéndolo en cuenta”. De esta forma, McLaren entiende que es parte del juego hacerse cargo de los daños ocasionados en los monoplazas de Lando Norris y Daniel Ricciardo tras los incidentes sucedidos en el GP de Hungría.

“No pienso ir en la dirección que marca Christian Horner ni mencionar el techo presupuestario en cada frase o lamentar en cada momento como estos incidentes castigan finanzas y, por tanto, la competitividad futura”, añadía Seidl.

“Será un desafío poder producir un número suficiente de piezas para Spa, pero tenemos un buen equipo de producción e ingeniería en fábrica y seguro que vamos a poder estar listos”, concluía el jefe de equipo de McLaren, en relación al esfuerzo que supondrá para el equipo tener todo listo para el próximo GP de Bélgica debido al periodo vacacional.