Fernando Alonso, piloto del Alpine F1 Team, regresó al Autódromo Enzo e Dino Ferrari de Imola después de 15 años, desde aquella última edición del Gran Premio de San Marino, en 2006. Tras un final agridulce en le primera prueba del campeonato, en Bahréin, el español buscaría resarcirse y encontrar nuevamente sensaciones a bordo del A521.

En esta jornada de viernes, el equipo francés estuvo probando las distintas actualizaciones que traían para el Gran Premio Made In Italy e Dell’Emilia Romagna, paquete que parece ha contentado al asturiano, quien se ha mostrado contento con el rendimiento a pesar de marcar el 13º tiempo al final de la sesión de entrenos libres 2.

“Ha sido un buen viernes, completamos nuestro programa sin problemas. Aparte de las banderas rojas y otros incidentes que pararon ambas sesiones, estaba contento con las piezas nuevas que pusimos en el coche, y he notado una mejora en el rendimiento.” declaró Alonso tras bajarse del coche.

En el pasado Gran Premio de Bahréin, el asturiano consiguió poner el A521 en la Q3, clasificando en novena posición. En carrera, se mantuvo rodando en el grupo que luchaba por los puntos, hasta que un envoltorio plástico de un sándwich bloqueó sus conductos de ventilación, propiciando su abandono.

El rendimiento, sin embargo, no parecía ser muy esperanzador; a eso, le sumamos que las altas temperaturas en Sakhir no ayudaron al desarrollo de la velocidad. Llegados a Imola, las bajas temperaturas pueden ser un punto a favor para ellos, además de una menor exigencia para la unidad de potencia, aunque todavía no se atreven a pronosticar nada.

“Veamos dónde estamos mañana. Con suerte, queda un poco más por venir. Como sospechábamos, estará muy ajustado, por lo que la clasificación debería ser interesante. Ha sido genial volver a conducir en Imola y sentir el coche en estas condiciones de alto agarre.” concluyó Alonso.

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