Gilles Simon ha explicado al medio alemán Auto Motor und Sport que han conseguido desarrollar un prototipo de combustible, que aunque no es todavía perfecto, cumple con todos los requisitos para un motor de F1, y, a pesar de que no es algo inmediato, lo importante es que los motores son capaces de funcionar con él y, ademas, a un precio razonable. Ha explicado también que aunque a día de hoy son conocidos varios caminos para desarrollar diferentes combustibles en algunos todavía hay muchas dudas acerca de su uso y en el caso de los combustibles electrónicos clásicos, a las de hidrógeno y dióxido de carbono, aún no se dispone de cantidades suficientes. 

“Nuestro producto consta de tres elementos: los residuos biológicos como base, del que obtenemos hidrocarburos sostenibles. Luego se agrega etanol al 20%, producido también a partir de deshechos agrícolas. Para mejorar la calidad de la gasolina, necesitamos tolueno especial, que también se obtiene a partir de residuos. Este es un paso de trabajo relativamente nuevo, recién patentado que hemos refinado para lograr los componentes físicos de la gasolina de Fórmula 1. Nos ayudó una start-up que se especializa en estos procesos con moléculas complejas. Nuestro combustible tiene un octanaje similar al que usamos en la Fórmula 1.” Ha detallado Simon sobre la composición y desarrollo de su nuevo producto, el que ha entregado 200 litros, en total, a todos los fabricantes de combustible. Con esto esperan “obtener más información sobre estos combustibles”, y así luego “poder definir los parámetros de combustiblesfuturos y redactar regulaciones basadas en datos reales”. Asegura también que “en cooperación con los fabricantes”, que a pesar de ser competidores, “abordan la solución de manera pragmática, basado en datos científicos y hechos sin política”.

En cuanto a la pérdida evidente de potencia con el uso de este carburante sostenible, ha afirmado que el mayor problema no es que se pierdan 20 o 30 CV  dentro de un sistema de 1000 CV, ya que los coches seguirían siendo rápidos, aquí la cuestión es la estabilidad, ya que “los motores funcionan cerca del límite de denotación, y por eso tenemos que asegurarnos de armar un paquete confiable. Por tanto, serán necesarios algunos años más para ver este combustible en la Fórmula 1”. Y en relación al motor de los monoplazas para que sean compatibles con estos combustibles sostenibles ha comentado que “deben usar menos combustible, emitir menos contaminantes y aportar una mayor proporción de energía eléctrica”.

Por su parte, la FIA se ha mostrado abierta a admitir diferentes tecnologías, y su plan es convertir todos sus campeonatos en combustibles sostenibles, pero actualmente se encuentran todavía en un proceso de investigación y aprendizaje para ver cual resulta el camino más eficaz. También reconoce que puede ser que resulte más rápido este cambio en otras categorías donde solo haya un proveedor de combustible. Del mismo modo, Simon, ha querido apuntar su propia opinión cuando le preguntaron sobre la intromisión de la política en aspectos técnicos, y ha dejado claro que “si a través de nuestra investigación podemos demostrar que estamos progresando en el campo de los combustibles sostenibles, la política no puede ignorarlos. Desde nuestro punto de vista, es importante que expliquemos junto con las empresas petroleras qué estamos haciendo y qué medidas se están dando y por qué. Tenemos también la opción de introducir productos sostenibles antes en otra serie de carreras con requisitos menos estrictos”.