Seis meses después de su terrible accidente, y un mes después de ser trasladado al hospital de Padua, Álex Zanardi hace honor a su reputación y no se rinde. A pesar de haber pasado por quirófano hasta en cinco ocasiones, dos de ellas por una reconstrucción de facial y de cráneo, un coma, y una infección en el centro de rehabilitación de Milán que retrasó su recuperación, ésta sigue adelante.

Según informan desde el periódico italiano Il Corriere Della Sera, el piloto y atleta paralímpico se encuentra en mucho mejor estado, respondiendo ya a preguntas con las manos y recuperando su respuesta nerviosa.

"Alex Zanardi dice 'OK' con el pulgar y mira a su esposa. El campeón de bicicleta de mano recupera poco a poco sus funciones sensoriales en un camino que se asemeja a una subida al Everest".

Como cita el susodicho artículo, también es capaz de reconocer a su gente y en especial a su esposa, que se mantiene a su lado todo el tiempo, con quien ya se comunica, pero con quien todavía no puede hablar por un agujero en su garganta fruto de una traqueotomía necesaria, que se mantiene por orden de los médicos, a modo de precaución en caso de una recaída en su estado.

Ya queda lejano aquel 19 de junio en el que el tricampeón olímpico sufría un accidente brutal al perder el control de su bicicleta e impactar de forma muy virulenta contra un camión que circulaba en carril contrario.

El camino no está siendo fácil, son muchos meses, muchos cambios de hospital, muchas intervenciones y muchos altibajos, pero si existiera una definición precisa de la palabra de luchador, ese es Álex Zanardi. Un hombre capaz de reponerse a un accidente a más de 300 kilómetros por hora y perder ambas piernas, sin perder las ganas de seguir adelante, y a base de esfuerzo, trabajo y buscar siempre el lado bueno de la vida, conseguir proclamarse campeón olímpico en repetidas ocasiones de un deporte distinto.

Todo un ejemplo para el mundo, al que le deseamos que su recuperación continúe el buen camino que ha conseguido después de tanto tiempo.