F1 | Arabia Saudí no es el único sitio en el calendario de F1 donde es dudoso el respeto a los derechos humanos
La F1 ha sido recientemente blanco de críticas por la inclusión de Arabia Saudí en el campeonato mundial 2021. Este tipo de reticencia por violaciones de derechos humanos ya ha ocurrido en carreras como China, Baréin y Rusia.
El anuncio de una nueva jornada en el calendario de la F1 2021 ha sido criticado por organizaciones de defensores de derechos humanos como Amnistía Internacional. Ellos han pedido a los pilotos “alzar su voz” frente a un país en el que hasta hace un par de años las mujeres no tenían el derecho de conducir. Aquellos que lograron que esto cambiara hoy en día están presos.
Lewis Hamilton, uno de los pilotos que mayor activismo social ha mostrado este año, habló sobre el tema. Si bien no se refirió directamente a Arabia Saudí, su reflexión sobre los derechos humanos que publica el medio RaceFans lo dio a entender así.
“Hay muchas organizaciones en el mundo que miran hacia otro lado sobre lo que ocurre con la excusa que es algo ‘político’. Los derechos humanos no son algo político; estos deben ser iguales para todo y seguiremos yendo a esos países con esas problemáticas”.
Arabia Saudí es uno de esos países que en la última década suele estar en los puestos más altos de la lista anual que sacan distintas organizaciones sobre vulneraciones de derechos humanos. El reino suele estar acompañado Corea del Norte, Siria o Somalia.
🏁 It’s official 🏁 @F1 is coming to the streets of Jeddah in 2021 😍
— Saudi Arabian GP (@SaudiArabianGP) November 5, 2020
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Más países con alto índice de violaciones de derechos humanos en el calendario de F1
Los casos más conocidos, a menos en lo que se refiere al ‘boom’ mediático en occidente refiere, son los de China y Rusia, por lo cual adentrarse más en ellos puede llegar a ser inoficioso.
Baréin, el lugar donde esta temporada se correrán dos carreras, ha sido un país en el que desde 2016 “las autoridades bahreiníes llevan a cabo una campaña sistemática para eliminar la oposición política organizada en el país”, publicó Amnistía Internacional hace un año luego del Gran Premio de F1.
La mayoría de perseguidos, encarcelados y víctimas han sido defensores de derechos humanos, periodistas, activistas políticos y clérigos chiíes. Muchos de ellos han sido torturados y encarcelados en las condiciones más denigrantes en la tristemente célebre prisión de Yaw.
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— Formula 1 (@F1) November 10, 2020
Repasando el calendario del Mundial para el próximo año, y luego de la salida de Vietnam, hay que hablar de Azerbaiyán.
La guerra del Alto Karabaj se libró en los últimos meses en esta región del mundo entre Armenia y Azeribaiyán por el control de la autodenominada República de Artsaj. Si bien no existen cifras de bajas oficiales, se estima que la cifra de militares de ambos bandos estaría cerca de los 5000. En cuanto a civiles es difícil saber debido a la destrucción de ciudades y bombardeos.
La Fórmula 1 viaja a Canadá, Francia, Austria, Gran Bretaña, Hungría, Bélgica, Países Bajos, Italia y Japón, lugares en que la vulneración de derechos humanos, si bien existe, es en mucha menor proporción a los países antes mencionados.
Hay una serie de países en el calendario que son complicados de analizar en cuanto a derechos humanos: Estados Unidos, Singapur, México y Brasil.
Está claro que EE. UU. tiene falencias graves en este rubro como lo ha demostrado el movimiento #BlackLivesMatter en 2020. Sí, existen y son sistemáticas, pero posiblemente en una escala mucho menor que en otras latitudes.
México y Brasil tienen muchas de las problemáticas recurrentes de los países de América Latina. Sin embargo, las cifras de violaciones de derechos humanos que maneja si bien no son ni cerca las mejores de la región, son mucho más alentadoras que las de países como Haiti, Guatemala, Colombia o Venezuela.
En Singapur, al menos hacia el exterior, se muestra un país próspero económicamente, un unicornio en medio del sudeste asiático. Si bien esto es cierto, muchos singapurenses aseguran que este “éxito” ha sido a costa de los derechos humanos y el bienestar del pueblo como ha remarcado la activista Han Hui Hui en los últimos años.
Por último, en Emiratos Árabes Unidos, al igual que en el resto de países del Golfo, funciona bajo unas regulaciones que a los ojos de occidente resultan bastante incomprensibles. Como primera medida no tienen un sistema de elección popular, y los temas de tráfico de personas, explotación de menores, financiación a grupos extremistas y por supuesto la censura y penas de cárcel a opositores están a la orden del día.
Tal como dijo Hamilton, la Fórmula 1 seguirá yendo a esos países. La esperanza del siete veces campeón del mundo es que al igual que con el Black Lives Matter el deporte sea un vehículo de concienciación sobre las múltiples problemáticas sociales que afectan al planeta.
¿Cambiará Lewis Hamilton, la F1 o esta nota el proceder actual de esto países? Seguramente no, pero al menos harán que las personas investiguen, se informen y se hagan una opinión informada sobre lo que ocurre en estos sitios.
