F1 | ¿Se reactiva la opción de congelación de motores para 2022?
Tras la negativa de Renault y Ferrari semanas atrás, parece que la idea se reactiva, y la idea de la congelación de motores puede estar encima de la mesa de cara a 2022, lo que abriría la puerta a Red Bull para apropiarse de la IP del motor de Honda.
Como conocimos durante esta temporada, la relación entre Red Bull Racing y Honda terminará a finales de 2021, lo que deja una incógnita en el futuro del motorista del equipo de la bebida energética. Tras la mala separación que tuvieron con Renault, lo último que querían era tener que recurrir de nuevo a los franceses, por lo que pusieron sobre la mesa la opción de adquirir la IP del motor Honda que utilizan actualmente.
No obstante, y a sabiendas de la gran cantidad de dinero que se debería aportar a la evolución de un motor que no es “propio”, pusieron sobre la mesa la idea de poder congelar las unidades de potencia para que la sangría de rendimiento con respecto a Mercedes, Ferrari y Renault (que seguirían evolucionando por el presupuesto que disponen) no aumentase en grandes magnitudes.
Red Bull propuso internamente a Honda la posibilidad de seguir usando sus motores, habiendo adquirido previamente la IP (propiedad intelectual) de los nipones, pero con la condición antes nombrada: fin de desarrollo de las UP a partir del 2022 (coincidiendo con la entrada de la nueva normativa F1), lo que supondría una congelación los turbos V6, los componentes MGU-K (cinético) y MGU-H (híbrido) y las baterías.
A diferencia de Ferrari y Renault, quienes se opusieron de forma tajante en un principio, Mercedes apostó por apoyar la idea de Red Bull, con una consigna que desde fuera se ve clara: mantener la (gran) ventaja que tienen a día de hoy con el resto de motorista. “Sin un ‘stop’ en el desarrollo, no podremos utilizar esta tecnología compleja; para eso, necesitaríamos un centro de desarrollo como el de Honda en Sakura”, declaraciones recogidas en AMuS de Helmut Marko, mentor del equipo austriaco.
No obstante, y como giro de los acontecimientos, este medio reporta que ha habido un movimiento en dicho ‘caso cerrado’. Ferrari y Renault estarían dispuestos a apoyar la idea y que se hiciere realidad, pero con una condición clara: que la congelación llegase a principio del 2022 y no a finales del 2021, como se estaba acordando. Así, estas dos casas dispondrían de un invierno más para evolucionar sus unidades de potencia.
“La discusión continúa y estamos avanzando en la dirección correcta.” indicó Marko, cuando se le preguntó por este cambio de tendencia.
Este cambio de aspecto técnico viene de la mano de cambios en el carburante que se utilizará a partir de dicho año: en 2022 se pasará de llevar combustible E10 (10% etanol) a E5 (5% de bioetanol). Todo esto conllevará una nueva adaptación de los motores actuales a esta variación. Además, viene de la mano de las nuevas regulaciones de motor que han pasado de estar propuestas de 2026 al 2025.
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A pesar del paso a la hibridación (transición parcial hacia lo eléctrico) que está viviendo la Fórmula 1 en la actualidad, no son buenas las expectativas, ya que dichas unidades de potencia híbridas con complejas, además de que su costo de desarrollo es elevado.
Con los nuevos motores del 2025, se espera que el motor eléctrico contribuya con el 60% del empuje total. Las baterías deberán ser, comparado con las actuales, más grandes y pesadas. En definitiva, es seguir rizando el rizo de la complejidad de los motores, a día de hoy.
Además, para que la F1 eco-friendly siguiese su camino hacia las energías ‘verdes’ se debería introducir, con esta evolución, combustibles completamente libres de CO2, lo que sería, en términos económicos, la quiebra para la F1. Por eso la categoría, dentro de seguir utilizando los combustibles convencionales, tiran de los alternativos para intentar acercarse al objetivo ‘eco’ pero sin corromper ni distorsionar la histórica competición.
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En conclusión, la actual normativa híbrida de la Fórmula 1 es compleja, costosa y, en general, no cae en gracia de los Constructores actuales (salvo Mercedes, dominador claro de la época), como el caso de Honda que, tras 7 años con esta configuración, abandonará la categoría, ni tampoco atrae a nuevas marcas, que ven como dichas características serían un lastre en su panorama automovilístico.
A día de hoy, salvando las distancias entre competiciones, los Constructores más fuertes prefieren centrarse en un motor eléctrico 100%, y dejarse de híbridos. Se vio con la salida de Audi y Porsche de la categoría LMP1 (híbrida) del Campeonato de Resistencia, y como estos mismos, junto a DS, Jaguar, Nissan, prefieren recalar en el Campeonato FIA de la Fórmula E que, en ese terreno, les tienen comida la tostada a la F1.