F1 | Hamilton y Mercedes: éxito, récords y legitimaciones
El británico alcanzó una asombrosa cifra de Schumacher este pasado fin de semana. Sin embargo, su éxito volvió a cuestionarse por el dominio de Mercedes.
Tan solo ayer, se disputó la undécima fecha del Campeonato Mundial de la Fórmula 1 con el Gran Premio de Eifel, desarrollado en el mítico trazado de Nürburgring. En la emblemática pista alemana, Lewis Hamilton obtuvo la victoria número 91 dentro de la máxima categoría e igualó la cifra de Michael Schumacher, con quien comparte ahora el escalón más alto en cuanto a cantidad de éxitos logrados. Sin embargo, y tras ello, muchos reflotaron el argumento de que tal acontecimiento solo tuvo como barrera al tiempo, debido a que conduce para la escudería que domina el gran circo desde el inicio de la Era Hibrida.
"No siempre es algo agradable de escuchar, pero no me enfada. A veces, en la vida en general podemos dar una opinión equivocada sobre algo cuando no conocemos los hechos por completo. Hace años recuerdo cuando hablaban sobre Michael (Schumacher), que cambió a Ferrari. Yo no le he dado la vuelta a Mercedes. Michael no le dio la vuelta a Ferrari. Lo que él hizo fue una colaboración", declaró Hamilton para The Race respecto a los cuestionamientos sobre un "dominio obvio" que recayó sobre sus actuaciones.
Pese a ello, el trabajo de un piloto no se centra solamente en acomodarse en el cockpit, pisar el acelerador y el freno y accionar el volante, aunque eso es lo que termine escribiendo la historia de cada uno. Desde la concepción misma de un monoplaza para determinada temporada, el conductor se involucra, en mayor o menor grado dependiendo de cada caso, en el desarrollo. El trabajo fuera de las pistas, entonces, tiene que ver con la puesta a punto, factor en el que incide la experiencia, los sentidos y el conocimiento del piloto para construir un coche arrasador, como lo está siendo en este 2020 el W11. Seguramente a esta cuestión se refería Hamilton cuando resaltó las opiniones equivocadas.
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— Lewis Hamilton (@LewisHamilton) October 12, 2020
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Y, sumado a ello, Mercedes resultó ser un gran respaldo para Hamilton, ya que pulió una cultura de trabajo que repercutió en toda esa labor y en los logros en pista. "No es una cuestión de jefes, sino de colaborar con un gran grupo de personas que son increíblemente inteligentes, mucho más inteligentes que yo", sumó el piloto británico al respecto. "Debes ponerte en una posición que te permita terminar en el mejor auto. Allí pude ver muchos talentos y conductores hábiles que tomaron decisiones equivocadas", comentó Toto Wolff, jefe de equipo de la marca alemana, sobre el tema a RaceFans.
"No podríamos haber logrado los récords que tenemos, y probablemente él no podría haber logrado los récords sin el auto adecuado, punto final. No quiero permitir esas voces que dicen 'él conduce un Mercedes, es obvio que gana tantas carreras'. Los conductores que dicen eso deberían analizar por qué no han encontrado su camino hacia un Mercedes", concluyó Wolff. En ese apartado Hamilton también saca ventaja, siendo presionado se sobrepuso más veces de las que cedió, manteniendo a raya en gran parte este año a Max Verstappen o forzando al error, este último fin de semana, a su compañero de equipo, Valtteri Bottas.
Ciertamente, Hamilton conduce un coche dominante, que fue capaz de sacarle medio segundo a sus competidores inmediatos en el acortado Red Bull Ring. Pero, el motor de la competencia y, en su máximo nivel, en la Fórmula 1, está en la mejora continua, en el hecho de que la presión que ejercen las demás estructuras hacia la propia empujen al mayor esfuerzo, al roce con la perfección. En esa lucha, que tiene mucho de adaptación y supervivencia, el seis veces campeón del mundo y Mercedes supieron vencer una y otra vez, dando muestras de excelencia en trabajos realizados por un equipo, que supo valorar el proceso y construir los cimientos de lo que hoy es un dominio, merecido y apabullante.
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