F1 | El rendimiento y la gestión de los neumáticos a altas temperaturas, la mayor preocupación de Mercedes
En Mercedes no se contentan con su dominio actual. Siguen centrados en paliar cualquier punto flaco del W11 y seguir desarrollando un monoplaza que ya se encuentra muy cerca de la perfección.
La temporada 2020 ha empezado igual que terminaron las seis anteriores. Mercedes arrasa sin cuartel, y sus rivales únicamente pueden esperar algún momento de flaqueza para intentar plantar cara. Tres carreras y tres victorias, y con un dominio tan abrumador que recuerda a los de los inicios de la era híbrida.
Sin embargo, y como sólo los equipos más grandes saben hacer, no se contentan con eso, y mantienen sus preocupaciones sobre cuáles pueden ser los puntos débiles de su actual monoplaza, si es que existe alguno. En palabras de su director técnico, James Allison, en una entrevista recogida por el portal Motorsport.com, los quebraderos de cabeza ahora mismo se centran en el rendimiento, fiabilidad y gestión de neumáticos del monoplaza con temperaturas altas.
"Me gustaría señalar que hemos ido a dos circuitos bastante interesantes. Hasta ahora hizo calor en la primera carrera del año. Y esa fue la carrera donde menos convencimos", afirmaba Allison.
"Por lo tanto, nos gustaría saber cómo de rápidos podemos ser cuando haga mucho calor en pista y si ahí podemos o no mostrar el tipo de gestión de neumáticos y el ritmo que hemos tenido la suerte de mostrar en las primeras carreras del año".
Como bien dice el británico, a pesar de que las primeras carreras del año se han disputado en julio, las temperaturas no han sido muy elevadas, encontrando calor únicamente en el GP de Austria, y con lluvias en varios momentos del fin de semana en las pruebas de Estiria y Hungría. Cierto es que fue en la prueba más cálida donde el equipo alemán sufrió problemas de fiabilidad, aunque en ningún momento parecieron estar relacionados con el calor, y de no ser por las dos salidas del Safety Car en esa prueba, el paseo habría sido de proporciones épicas.
A pesar de ello, y como ya es demasiado habitual entre los miembros de la escudería de la estrella, su discurso trata de quitar hierro a sus proezas y méritos, alegando estar aún preocupados por los puntos débiles del W11.
“Creo que cualquiera que hubiera vivido con nosotros el primer fin de semana no habría pensado que iba a ser un paseo de Mercedes. En ese momento nos habrían visto desesperadamente preocupados por el coche y su capacidad para terminar una sola carrera. Cada monoplaza de F1 tiene una espada de Damocles colgando sobre él casi en cada vuelta, porque son todos monoplazas experimentales con una cantidad enorme de posibilidades de romperse, y al final te decepciona no haberlo visto venir. Somos muy conscientes de los miles de millones de fragilidades que existen, incluso en una unión coche / piloto tan fuerte como la que tenemos este año."
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Allison también sacó tiempo para comentar el impacto que tendrá sobre el desarrollo de los nuevos monoplazas haber pospuesto hasta 2022 la entrada de la nueva reglamentación. Opina que encontrar el momento idóneo para empezar el desarrollo únicamente del nuevo coche será clave para su rendimiento, y a su vez puede tener repercusión en la clasificación para el año próximo.
“También creo que cada uno tendrá una visión diferente sobre cuánto tiempo desarrollarán. Vamos camino a algunos cambios de reglas bastante grandes, tanto técnica como económicamente. Lo que decidas hacer en este año marcará la pauta para lo que viene el año siguiente. Precisamente las decisiones que tomamos internamente afectarán a nuestro destino en la segunda mitad de este campeonato, y tal vez otros decidirán de manera diferente".