Queda menos de un mes para el regreso de la Fórmula 1, por lo que las escuderías están poniendo a punto sus monoplazas para la primera cita de este calendario tan excepcional. Se espera que traigan algunas mejoras respecto a la pretemporada, siendo los entrenamientos libres del Gran Premio de Austria una especie de “minipretemporada”.

Uno de los equipos que traerán mejoras es Ferrari, que en los test invernales mostró que no serían los más rápidos y que estarían en la lucha por el segundo puesto con Red Bull. Ferrari estaba a medio segundo de Mercedes en pretemporada y esperan una mejora de dos o tres décimas por vuelta, con la esperanza de haber reducido la distancia con las “flechas de plata”, aunque aún queda por saber cuánto habrán mejorado sus rivales.

Respecto al motor, al parecer los italianos han mejorado la fiabilidad, tras hacerle unas pruebas en Maranello, después de algunos problemas que tuvieron en los test de febrero. Sin embargo, la nueva especificación no se estrenará en Austria, que aportará unos 15 CV más de potencia.

El nuevo motor no será el único en no debutar en la primera cita de la temporada, tampoco lo harán los cambios aerodinámicos previstos porque no ha dado tiempo a producir todas las piezas de carbono. Esta escasez de tiempo se debe a la reciente reapertura de la fábrica y los estrictos protocolos de seguridad e higiene para evitar la expansión de la pandemia.

En Maranello confían en el SF1000, aunque admiten que la temporada estará reñida con Red Bull. La primera batalla en Austria será complicada para los italianos, ya que Red Bull corre en casa, además de haber ganado los dos últimos Grandes Premios disputados en el Red Bull Ring. Por tanto, se espera que los austríacos sean un serio oponente de Mercedes en las dos primeras carreras del 2020, que como recordarán, las dos primeras citas serán en el mismo circuito austríaco.

También es cierto que en este circuito el motor tiene una gran relevancia, por sus largas rectas y por ser un trazado situado a 700 metros de altitud, poniéndose a prueba la fiabilidad del motor. Ferrari puede compensar ese déficit en la parte aerodinámica con su unidad de potencia y optar por la victoria, tal como sucedió el año pasado. En definitiva, tenemos los ingredientes adecuados parar vivir una gran carrera en tierras austríacas, algo muy ansiado para los fans del Gran Circo tras varios meses sin carreras.

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