El campeón ha vuelto a pisar el asfalto tras 3 meses sin subirse a monoplazas. Lewis Hamilton, hexacampeón mundial, completó ayer miércoles un test en el Circuito de Silverstone al volante del coche que le coronó en 2018 en una sesión algo lluviosa.

Los germanos han sido los primeros en empezar a rodar antes del Gran Premio de Austria, cita inaugural de esta rocambolesca temporada de Formula 1. El martes fue Valtteri Bottas quien pilotó en el mismo circuito y con el mismo coche, y hoy, el piloto británico ha podido recuperar sensaciones tras tanto tiempo a la espera.

"Creo que han pasado 103 días o algo así. Cada vez que tomas un gran descanso, siempre te preguntas si aún puedes pilotar. No he sentido eso, así que es positivo", comentaba el inglés en redes sociales.

"Por lo tanto, es una buena sensación saber que por supuesto puedo hacerlo. Estoy listo, me siento en forma. Espero que todos estéis bien y emocionados por lo que está por venir"

El de Stevenage afirma la alegría que siente al poder pilotar de nuevo a pesar de no haber sido con el monoplaza de 2020 [pues las reglas de la FIA lo prohíben].

"Simplemente es genial estar de vuelta en el coche. Cuando sales del garaje por primera vez y escuchas este zumbido… no importa cuántos años lo hagas. Obviamente es un coche antiguo, pero se sentía fantástico. Hoy hemos hecho un programa sólido", agregaba.

Para finalizar, Lewis explica que las condiciones húmedas de la pista no fueron ningún inconveniente para él, pues ya nació acostumbrado al cambiante y nublado clima británico.

"El día de Valtteri fue con la pista seca; mi día ha comenzado con la pista mojada, además en una pista resbaladiza como Silverstone. Pero obviamente crecí con este tipo de clima, así que estoy acostumbrado. He podido sentir bien el coche", finalizó.

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