Sebastian Vettel y una montaña rusa sin cima en Ferrari
Con el anuncio de que Sebastian Vettel no continuará en la Scuderia Ferrari el año próximo,Vettel finalizará así una relación de 6 años, contando este 2020. Repasamos cómo ha sido su carrera, hasta 2019, en el equipo italiano.
Sebastian Vettel terminará su andadura en la Scuderia Ferrari a finales de 2020, tras no haber alcanzado un acuerdo de renovación con los de Maranello. Con éste serían 6 años vestido de rojo en los que ha conseguido, hasta la fecha, 12 poles, 14 victorias y 54 podios, y ha conseguido sumar dos subcampeonatos a su palmarés. No obstante, no ha podido materializar su deseo de ser campeón con Ferrari, y su andadura no ha sido fácil, llena de altibajos. Repasamos sus mejores momentos y los no tan buenos desde 2015.
OFICIAL: Vettel dejará Ferrari al acabar 2020
La llegada de Vettel al equipo Ferrari fue en 2015, y tras un primer año de era híbrida complicado para los de Maranello, volvieron a colgar las banderas en Italia. Seb subió al podio en su primera carrera de rojo, en Melbourne (3º), y en su segundo evento, en Malasia, venció en una carrera marcada por la gran estrategia de Ferrari con los neumáticos, además de la tremenda gestión del alemán.
Por supuesto, no fueron los únicos cajones para el tetracampeón del mundo. Sumó otros 11 podios (China, España, Mónaco, Gran Bretaña, Italia, Rusia, Japón, USA y Brasil), 2 de ellos fueron, además, triunfos. Uno de ellos fue el de Singapur, en un fin de semana en el que dominó con totalidad frente a los Mercedes, llevándose la pole y victoria en el Marina Bay Street Circuit.
El segundo de ellos llegaría en Hungría, un fin de semana especial para la F1, y en especial, para la familia Ferrari. Pocos días atrás se informó del fallecimiento del recordado Jules Bianchi, y todos estuvieron bastante consternados con ello. Y no hubo mejor homenaje para el expiloto francés que dedicarle una victoria espectacular, en una de las mejores carreras de los últimos años, tras una salida alucinante del alemán y un liderato implacable.
2015 sería un punto positivo para el alemán. 1 pole, 3 victorias y 13 podios en su primer año de rojo dejaban un buen sabor de boca. Además, su constancia, la mejora de Ferrari respecto a 2014 y los pocos errores de ambos hicieron pensar que 2016 solo podría ser igual o mejor. Pero no fue así...
"My immediate goal is to finish my long stint with Ferrari, in the hope of sharing some more beautiful moments together, to add to all those we have enjoyed so far" - Sebastian Vettel #F1 pic.twitter.com/d4HFvBOWwD
— Formula 1 (@F1) May 12, 2020
El año 2016 fue un año complicado en el que se juntó una bajada de rendimiento del equipo italiano, una mejora potencial y de piloto del equipo Red Bull, y fallos tanto estratégicos como de fiabilidad en la escuadra. Se fueron de vacío ese año, y Daniel Ricciardo (Red Bull) desplazó a Vettel del 3º del campeonato. Sus 7 podios (Australia, China, España, Canadá, Bakú, Italia y Abu Dhabi) pasaron algo desapercibidos en un año en el que Ferrari no estuvo fino.
Problemas de fiabilidad como el de Bahréin, donde ni siquiera pudo empezar la carrera, estratégicos como los de Australia (parada en boxes a destiempo), Austria (alargar parada que provocó el pinchazo y posterior abandono), o la mala suerte de estar en medio de incidentes, como los de China y Rusia (el famoso ‘torpedo’ de Kvyat) o el incidente de Malasia con su compañero y Nico Rosberg (Mercedes) que terminó con su carrera, marcaon la temporada del alemán.
Esto terminó desesperando a Sebastian Vettel, dejando varios team radios famosos en los que el cabreo afloraba dentro del cockpit: las famosas quejas a dirección de carrera (México) tras algunas luchas, o las banderas azules que se hicieron famosas tras el GP de Japón de ese mismo año. Tocaba borrón y cuenta nueva, y 2017, con nueva reglamentación, era la oportunidad idónea.
2017 podría ser calificado como ‘lo que pudo ser y no fue’. Una temporada en la que Ferrari había dado un salto cualitativo para estar a la altura de los dominadores de la era híbrida, Mercedes, y dar el mazazo definitivo al Mundial. Y si bien el inicio de año fue bueno, no pudieron con Lewis Hamilton y su flecha plateada.
¿Cuál podría ser el futuro para Vettel?
El alemán empezó dominando tras dos victorias en la cita inaugural, Australia, y Bahréin, y no se bajó del podio en los seis primeros eventos, alternando primeros y segundos puestos. Mientras Hamilton flaqueó en Rusia y Mónaco, el alemán ponía tierra de por medio para conseguir la corona. Por desgracia, protagonizó uno de los momentos más lamentables de los últimos años: en Bakú, ante una relanzada tras el coche de seguridad, en una acción en la que, según él, Hamilton le frenó “en la cara”, reaccionó colocándose al lado del inglés y chocando con él, sin causar demasiados daños pero dejando una imagen pésima.
Ganó en Mónaco y Hungría, y seguía sumando podios en otras carreras. El pinchazo de Gran Bretaña (pinchazo a falta de una vuelta) acercó las distancias con respecto al de Mercedes, liderato que terminaría perdiendo en Italia. Llegaría Singapur, momento clave del campeonato.
Ferrari dominaba las calles singapurenses, pero les sorprendió la lluvia, y nos dejó un accidente en la salida del Gran Premio que acercaría aún más al de Mercedes a su cuarta corona. Vettel se movió hacía el interior de la curva, mientras una salida meteórica de Raikkönen lo dejaba con opciones de colocarse líder y...¡sorpresa! En medio estaba Verstappen, que no tenía donde esconderse, y terminaron ocasionando un choque en el que también salió perjudicado Fernando Alonso. La carrera la ganó Hamilton, contra todo pronóstico.
Los problemas mecánicos en Japón, y el incidente de México con su rival por el campeonato, que terminaría llevándoselo en esa carrera, terminaron por rematar sus opciones para campeonar. A pesar de todo, fue un año positivo: 5 victorias, 4 poles, 13 podios y un nuevo subcampeonato en un año que fue, propiamente, una montaña rusa.
2018 volvió a ser una potencial bala perdida. El piloto alemán volvió a contar con una máquina que le permitía, en varias partes del mundial, luchar por el campeonato, nuevamente, junto a Lewis Hamilton. Pero un punto concreto de la temporada determinó el comienzo de la decadencia de esa temporada.
De nuevo empezó dominando las dos primeras carreras del campeonato (Australia y Bahréin), repitiendo el famoso overcut a Hamilton y borrándole la sonrisa que auguraba el sábado. China, por desgracia, volvió a ser un punto negativo, marcando un nuevo incidente con Max Verstappen. Otra pole en Bakú, y un dominio aplastante, auguraba una victoria fácil para el alemán, pero una ‘copia’ de la estrategia de Australia, pero a la inversa, por parte de Valtteri Bottas terminó desquiciando al alemán, forzándolo en la primera curva a cometer un error (bloqueó neumáticos) y perder el podio.
A pesar de ello, siguió sumando podios (Mónaco, Austria, Hungría...) y victorias (Canadá y Gran Bretaña), entre medio un error en Le Castellet que lo privó de subir de nuevo al cajón, hasta que llegó Alemania, punto negro del año: la carrera de casa para el alemán empezó con el liderato absoluto por su parte; la lluvia hizo acto de presencia y movió la parrilla a su gusto, y uno de los damnificados fue Seb, chocando en el Motodrom y dejando en bandeja otra victoria para Hamilton. Una imagen de rabia y bronca para los espectadores locales, tifosi y fans del alemán.
A partir de ahí, salvo la victoria en Bélgica, todo pareció torcerse: trompo en Monza tras un toque con Hamilton, el toque y posterior trompo en Japón, con Verstappen involucrado, y el tercero con Ricciardo en el Gran Premio de los Estados Unidos, dejaron visto para sentencia el campeonato 2018. 5 victorias, 12 podios, 5 poles y otro subcampeonato ‘maquillaron’ un año irregular del alemán.
2019 ha sido el golpe definitivo para el alemán. En una temporada en la que los resultados de pretemporada les auguraba volver a luchar contra Mercedes, la realidad le dio un golpe de efecto que dejó sin opciones a nadie fuera del equipo alemán. Además, y sin esperarlo, su nuevo compañero de equipo firmó, con sus actuaciones en la pista, su estatus como primer piloto de la escuadra italiana y, por ende, la posición preferente en el equipo.
Desde Australia, Ferrari parecía estar un paso por detrás de Mercedes, por lo que parecía que la lucha estaba enfocada en el propio interior del box: en Australia, las órdenes de equipo dictaron a Leclerc que se quedara tras su compañero, cuando tenía más ritmo. Dicho mensaje, repetido en Bahréin, fue ignorado por el monegasco y se marchó a por su primera victoria, que no pudo ser. Por su parte, Vettel quedó rezagado y luchando con Hamilton por el podio; tras un adelantamiento en la cuarta curva de Sahkir, el alemán revivió sus fantasmas del 2018 y volvió a trompear, dañando su alerón delantero y su carrera por completo.
Consiguiendo algunos podios en las siguientes carreras (China, Bakú, Mónaco...) llegó el Gran Premio de Canadá, de nuevo de negro recuerdo para el alemán. Tras dominar la carrera y mantener a Hamilton a raya, un error en las curvas 3-4, acorralando a Hamilton, le supuso una sanción de tiempo que le hizo perder la victoria a favor de su rival. La reacción de Vettel, compartida por gran parte del paddock de la F1, fue sentida: al llegar al parc fermé, no llevó el coche a su posición, y cambió los carteles de 1º y 2º quedándose él con el ‘1’.
Gran Bretaña no fue mucho mejor. Uno de los mejores espectáculos en pista de los últimos años, involucrando a los pilotos de Ferrari y Red Bull, terminó con el alemán llevándose puesto por delante al holandés de RB. Alemania, de nuevo bajo la lluvia, fue un día de redención para el teutón: salió en última posición tras tener problemas de fiabilidad en clasificación, y terminó segundo en carrera.
La vuelta de la F1 tras el parón veraniego abrió un nuevo capítulo en Ferrari: Leclerc empezó a dominar. Se llevó su primer triunfo en Bélgica, y fue el primer ganador con Ferrari desde el año 2010 del Gran Premio de Italia, un GP que para Vettel volvió a estar manchado: un trompo en Ascari y una reincorporación peligrosa a la pista terminó con un stop and go de 10” y con el #5 fuera de los puntos. Cara y cruz para il tifosi en Monza.
Las órdenes de equipo fueron algo común ese año entre los pilotos de Ferrari, trayendo consigo la polémica. En Singapur, Vettel consiguió su única victoria del año, tras una estrategia que beneficiaba su situación; como gesto bonito, el alemán salió al podio con una pancarta en la que se leía el lema del equipo: “essere Ferrari”. En Rusia, tras una salida en la que se vio beneficiado por el rebufo de Leclerc, Vettel se colocó líder y, posteriormente, rechazó devolver la posición, haciendo caso omiso al plan del equipo. Su carrera no terminó bien, ya que abandonó por problemas de motor.
El incidente que lo dejaría fuera de carrera en EEUU (suspensión) no significó nada en comparación al bochorno vivido por el equipo en Brasil. Tras un adelantamiento del monegasco a su compañero, en la Recta Oposta Vettel intentó devolverle la pasada, y en un alarde de confianza por parte de ambos, terminaron chocándose y dejando los coches en distintas escapatorias.
El ambiente quedó caldeado, y puede que haya sido uno de los últimos toques que supondrían la decisión de Vettel de dejar la escudería. 1 victoria, 9 podios y 2 poles marcan la, hasta ahora, última temporada del alemán.
I thought I'd do a quick video on some of Seb's greatest moments at Ferrari 🙌🏻
— James 🇮🇪 #StayAtHome (@JOC__1991) May 12, 2020
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Así ha sido, hasta la fecha, la trayectoria del 4 veces campeón del mundo Sebastian Vettel en el equipo Ferrari. 5 temporadas en las que ha conseguido 14 victorias, 12 poles, 54 podios, 14 vueltas rápidas y 2 subcampeonatos. Ha conseguido vencer a su compañero en 4 de las 5 campañas (exceptuando 2019).
Quedará 2020 (si la temporada se disputa) para finalizar el matrimonio Vettel-Ferrari. Hasta el momento, se desconoce el futuro del alemán: puede que siga en la F1 en equipos como Mclaren o Renault, que son los rumores más sonados, o que decida colgar el mono y retirarse de la competición.