La Fórmula 1 es un deporte que siempre se ha distinguido por esa delicada conjunción de velocidad y riesgo, que no en vano la han hecho alzarse como la categoría reina del motor. Sin embargo, dicha conjunción de velocidad y riesgo en ocasiones se inclina desmesuradamente sobre el factor del riesgo, con las nefastas consecuencias que pueda tener esto en este deporte. Lo que conlleva a la Fórmula 1 a tener uno de los reglamentos más estrictos y consecuentes ante las negligencias de los pilotos, aunque en ocasiones la ejecución de este sea un poco laxa.

De este modo el Gran Circo cuenta con ciertas herramientas para castigar a sus infractores y disuadirlos, o al menos intentarlo, de realizar maniobras que puedan ser peligrosas. Entre esas herramientas se encuentra la bandera negra, la más temida de toda la parrilla; su principal uso es para castigar las maniobras antideportivas de excesiva gravedad y conlleva la exclusión del piloto en cuestión, aunque también la podemos ver hondear ante infracciones graves del reglamente.

No suele ser lo más habitual verla hondear, por lo que sus apariciones pasan directamente a los anales de la Fórmula 1.

Sin duda alguna, una de sus apariciones estelares, quizás la que más, fue la que provocó Hans Heyer. Un piloto alemán de automovilismo que decidió dar el gran salto a la Fórmula 1 en el Gran Premio de su país en el año 1977. Como era habitual en aquella época, el alemán no logró un crono lo suficientemente rápido como para clasificarse para la carrera. No obstante, el alemán aprovechó el caos de una salida accidentada para poner en marcha su Penske del equipo ATS y unirse a la carrera sin autorización. Sin embargo, parece que su destino no era correr en Fórmula 1, puesto que tras completar diez vueltas se vería obligado a abandonar debido a un problema en la transmisión de su monoplaza. De cualquier modo, al finalizar la carrera y cuando todos se dieron cuenta de la osadía del piloto, Hans Heyer fue descalificado de un Gran Premio en el cual nunca debería haber estado.

Otra de las míticas apariciones de la bandera negra fue en el Gran Premio de Brasil de 1988 y fue para el mismísimo Ayrton Senna, lo que quizás la convierte en una de las más dolorosas para la afición y más al haber sido en el Gran Premio de casa. En aquel entonces el Gran Premio de Brasil daba inicio al campeonato por lo que el daño no fue irreparable. El McLaren-Honda del piloto brasileño se atascó en la primera vuelta de formación, lo que llevo al piloto a cambiar su monoplaza y salir desde el pitlane, aunque según el reglamente este cambio de monoplaza no se hizo en el momento en que este estaba permitido ya que fue tras la bandera verde. Sin embargo, eso no fue lo más doloroso, la pena fue que la FIA tomó la decisión de sacarle la bandera negra a Ayrton Senna cuando este ya había disputado la mitad de la carrera, frenando en seco una de las mejores remontadas que la Fórmula 1 haya podido ver.

El Gran Premio de Gran Bretaña de 1994 pasa a la historia de la categoría reina del motor por la bandera negra que provocó el siete veces campeón del mundo Michael Schumacher. El alemán a bordo de su Benetton superó en la vuelta de formación al británico Damon Hill y en la vuelta número 14 fue penalizado con un stop-go, el piloto debía cumplirlo ante de completar la vuelta número 21, pero Michael Schumacher se demoró en cumplir su penalización, lo que hizo que la FIA le mostrará hasta en dos ocasiones la bandera negra, mientras que el alemán se mostró decidido a ignorarlas y terminar la carrera en segundo lugar, aunque más tarde fue descalificado.

Siendo la Fórmula 1 un deporte de velocidad no podíamos olvidarnos de la bandera negra que provoco Al Pease en el Gran Premio de Canadá de 1969. Al Pease que competía con la escudería Jhon Maryon, pasó a la historia como el piloto más lento de la historia de la Fórmula 1; y es que la organización se vio obligada a sacarle la bandera negra cuando el piloto tan solo había completado 22 vueltas, mientras que los líderes de carrera ya había logrado completar hasta 46 giros. Como curiosidad Al Pease logró completar su primera carrera en 1967 a 43 vueltas de diferencia con el ganador. Definitivamente la Fórmula 1 no estaba hecha para él.

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