La crisis económica en la que se puede ver sumergida la Fórmula 1 con la aparición mundial del Coronavirus ha obligado a equipos y a la misma organización a acordar y llevar a cabo una nueva revisión del límite presupuestario establecido para el 2021.

La idea es rebajar el límite de 175 millones de dólares (160M€) a 150 millones (137M€), idea que los equipos han aceptado acatar. Por su parte, los tres equipos delanteros en la actual parrilla (Mercedes, Ferrari y Red Bull) rechazaron la propuesta de rebajar a 125 millones de dólares (114 M€) dicho techo de presupuesto. Además, también se rechazó la petición de Red Bull de aplazar la nueva normativa de coches a 2023.

Brown: "La Fórmula 1 está en un estado muy frágil en este momento"

Antes de dicha reunión, Zak Brown advirtió en una entrevista para BBC Sport del “estado frágil” en el que se encuentra la F1, y que era necesario rebajar a 125 millones el límite presupuestario para evitar la posible salida del deporte de algunos equipos. A pesar de la complejidad de esta situación, Jean Todt, presidente de la FIA, y Chase Carey, presidente de la F1, acordaron que esta complejidad no fue plenamente considerada.

Ferrari, uno de los equipos constructores, se mostró en contra de dicha reducción, argumentando que los equipos grandes estaban en desventaja por el hecho de que ellos deben cargar con los costes de búsqueda y desarrollo de distintas partes de los monoplazas; en cambio, y por contra, para los equipos más pequeños, este coste es menor ya que ellos directamente pueden adquirirlo.

En su caso, por ejemplo, Haas: ellos compran todas las piezas a Ferrari excepto el monocasco y las superficies aerodinámicas. Por parte de Mercedes, Williams se mantiene como constructor propio, obteniendo solamente el motor teutón, y es Racing Point el equipo que más piezas adquiere del equipo alemán: el equipo de Lawrence Stroll compra la parte trasera completa de Mercedes.

La Fórmula 1 se ve obligada a hacer recortes económicos

Por otra parte, hay un movimiento para limitar los costes del motor, una de las áreas que se encuentra fuera del límite presupuestario. Una posibilidad es resolver el problema con un aumento del techo presupuestario para que los equipos grandes reconozcan su costo de I+D, y uno menor para los equipos clientes. Ferrari, uno de los perjudicados, afirmó que un límite menor de fondos supondría una gran cantidad de despidos en la entidad italiana.

Otro de los temas tratados en la reunión fue la propuesta de Red Bull de retrasar un año más, a 2023, la entrada en vigor de la nueva reglamentación de monoplazas, idea rechazada por el presidente de la FIA. No obstante, se acordó que el tema se volverá a tratar después del verano, ya que no se trata de un tema urgente en cuanto a reducir los costes.

El último tema tratado fue la fecha de inicio de la competición. Chase Carey espera poder empezar una reconfigurada temporada de entre 15 y 18 carreras empezando en verano. Los jefes de equipo están tanteando la opción de realizar las carreras a puerta cerrada como forma de dar inicio a la temporada antes de levantar las restricciones de distanciamiento social, y que tendría fecha en julio o agosto, empezando quizás con el Gran Premio de Gran Bretaña, en el circuito de Silverstone, circuito señalado como apropiado para empezar dado que 7 de los 10 equipos de la parrilla tienen su sede en dicho país.