Podría decirse que la Fórmula 1 tiene un largo recorrido en nuestra historia más reciente. Sin embargo, la historia de las mujeres en la categoría reina del motor es más bien breve y quizás podría hasta tacharse de cuasi anónima. Durante años, demasiados años, el papel de la mujer en la Fórmula 1 ha pasado inadvertido tras el telón del Gran Circo, con papeles poco destacados e incluso poco valorados; inclusive aquellas reconfortantes y estelares apariciones de algunas pioneras a los mandos de un monoplaza, han sido olvidadas en una gran parte de la memoria colectiva.

Sin embargo, a pesar de que durante un copioso número de años la Fórmula 1 ha sido considerada un territorio exclusivo del género masculino, aunque cabe decir que no todos compartieron este pensamiento y cada vez son menos los que lo profesan. Las mujeres estuvieron ahí, están ahí y estarán ahí, porque las mujeres han sido y serán el pasado, el presente y el futuro de la Fórmula 1. Desarrollando diversas y numerables labores dentro de la gran familia que es la categoría reina del motor.

Es un hecho que si volvemos la vista atrás los papeles que desempeñan nuestras queridas predecesoras, por desgracia atesoraban una exigua envergadura. Desde asistentas, hasta costureras cuando la ocasión o requería. Otras gracias a su vez a la estrecha relación que guardaban con algunos pilotos, ya fuera como compañeras sentimentales o de otra índole pudieron acercarse un poquito más a la acción que se desarrollaba en la pista. Como es el caso de Helen Stewart, esposa de Sir Jackie Stewart, la cual desempeñaba la labor de cronometrista, algo bastante común entre las parejas de los corredores de aquella época, así como lo fueran las parejas de otros pilotos destacados con Jochen Rindt, el brasileño Emerson Fittipaldi o del inglés Graham Hill, entre otros.

Con la entrada en vigor de la nueva era tecnológica estos papeles se fueron disipando para dar paso a otros nuevos. Donde como un sosegado goteo, las mujeres han pasado a desempeñar otras labores más notables que el mero hecho de sostener una pancarta al que habían quedado relegadas. Nos referimos a esas mecánicas, ingenieras, jefas de prensa que poco a poco han comenzado a ocupar el paddock de la Fórmula 1.

Un ejemplo de todas estas mujeres es Monisha Kaltenborn que se convirtió en la primera jefa de equipo cuando dirigió el equipo Sauber. Otra de estas luchadoras incansables es la mismísima Claire Williams jefa del equipo Williams, que lucha cada día para devolver a su equipo algo de su antiguo esplendor. También merece la pena destacar el papel de Marga Torres Díez, una ingeniera de unidades de potencia en pista, a la cual pudimos incluso ver en el podio festejando junto a Lewis Hamilton la victoria de su equipo.

Por ello no hay que perder la esperanza de ver como poco a poco se incrementa la llegada de un mayor número de féminas a la categoría reina del motor, tanto dentro como fuera de la pista.

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