Tras tres años nefastos con Honda, y otro año decepcionante con Renault en 2018, la escudería McLaren acordó un acuerdo con Mercedes, para que los de Brackley sean los nuevos suministradores de motor en 2021.

Aunque debido a la pandemia mundial de Coronavirus (SARS-Covid-19), el nuevo reglamento de 2021 se pospondrá a 2022, lo que supone un alivio para aquellos equipos con menos recursos.

La unidad de potencia germana ha demostrado ser la más fiable y potente durante toda la era híbrida, muy por delante de Renault y Honda, a pesar de las mejoras de los nipones. McLaren deberá así diseñar un chasis y adaptarlo al motor Mercedes, pues el chasis será el de 2020.

Según la normativa técnica de la FIA, los puntos de montaje de los motores son exactamente los mismos para todos los competidores, por lo que no debería ser un gran contratiempo para McLaren.

Además, es posible que la F1 congele el desarrollo de otras áreas de desarrollo de los monoplazas con el objetivo de reducir más aún los costes e intentar atraer nuevos competidores a la parrilla.

Las ventajas para McLaren son muchas, entre ellas el contar con un motor mucho más potente y fiable que el Renault o el Honda, unido a que los de Woking suelen hacer buenos chasis y desde 2015 siempre les ha fallado el motor. También hay que sumarle la gran dupla de pilotos que tienen.

No obstante, no será fácil adaptar el chasis al motor, pues cada unidad de potencia necesita una configuración distinta, así como salidas de refrigeración y aspectos aerodinámicos diferentes.

Sin embargo, McLaren podrá probar el motor Mercedes antes del cambio de reglas en 2022, por lo que se harán una idea de cómo funciona el propulsor en su chasis.

El futuro dirá si los británicos han tomado la decisión correcta, pero viendo los resultados de estos años pasados, todo apunta a que será el motor Mercedes quien les salve del atolladero.

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