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¿Es realista ver a Red Bull como candidato al título en 2020?

El equipo austríaco está considerado como uno de los favoritos para pelear por los campeonatos de pilotos y de constructores en la temporada de 2020 de la Fórmula 1.

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¿Es realista ver a Red Bull como candidato al título en 2020?
Fuente imagen: MotorLAT

Red Bull y "candidatos para el próximo año". Definitivamente, esos términos han estado juntos durante estas fechas del año desde 2017, al menos, y el equipo de la bebida energética ha fallado año tras año. Tras una temporada muy eficiente con Honda como proveedor de unidades de potencia, para 2020 se espera ver a un Red Bull sólido para cada una de las citas del calendario. Con la muestra de los últimos años, ¿es realista tildar de contendiente al constructor que se ubicó en un lejano tercer puesto en los últimos tres años?

Red Bull es uno de los equipos más respetados de la parrilla, probablemente porque en sus 15 años de existencia sus estadísticas demuestran que supo ser competitivo durante un lapso prolongado. Con 286 carreras iniciadas, 62 victorias, 170 podios, 62 Pole Positions, cuatro campeonatos de pilotos (2010-2013) y cuatro campeonatos de constructores (2010-2013), el caso de Red Bull como equipo élite está más que respaldado.

Asimismo, 41 de sus 62 victorias y sus ocho campeonatos fueron logrados entre 2010 y 2013. Desde la introducción de los motores híbridos, los de Milton Keynes han quedado a deber año tras año. Desde 2014, Red Bull consiguió 15 victorias y su mejor año entre los constructores fue 2016, cuando fue segundo a 297 puntos de Mercedes.

Seis años sin ganar un campeonato y, peor aún, sin pelear por los títulos, definitivamente deben jugar un papel importante, aunque no en las probabilidades que pueda tener de alcanzar el éxito en 2020, sino en cuanto a las exigencias a las que se deba enfrentar. La próxima campaña debe ser una en la que Red Bull presente pelea seria y prolongada a los otros dos equipos de la élite, las Flechas Plateadas y Ferrari.

Por supuesto que los datos reflejan que Red Bull no ha sabido competir de forma consistente por títulos, aunque sí por carreras aisladas. Sin embargo, especialmente en las etapas finales de las campañas de 2016, 2017, 2018 e incluso el pasado año, la escuadra austríaca cerró con contundencia, siempre acumulando victorias, podios y actuaciones sobresalientes en el cierre de cada año. Realmente, esos cierres de año competitivos parecen ser lo que impulsa a considerar a Red Bull como un contendiente para el año subsecuente.

Claramente, el elefante dentro de la sala está en que Red Bull estuvo impulsado por unidades de potencia Renault hasta el final de 2018. En 2019, un nuevo personaje ingresó al elenco y lo hizo con consistencia, velocidad, atrevimiento y una progresión que parece continuar: Honda.

Tras un 2018 en el que Honda usó a Toro Rosso como banco de pruebas, los japoneses alcanzaron su primera victoria en la Fórmula 1 desde el Gran Premio de Hungría de 2006 en Austria, casa de Red Bull.

Desde su regreso al deporte en 2015 con McLaren, la marca no había podido ubicarse siquiera en algún podio. Con Red Bull en 2019, Honda subió a lo más alto del podio en tres ocasiones y en otras seis oportunidades se ubicó segundo o tercero. De hecho, apenas al iniciar la unión con la escuadra de Christian Horner en Australia, Max Verstappen le regaló un podio al nuevo aliado de Red Bull.

Otro nombre clave: Max Verstappen

El piloto holandés fue el As de Espadas de la marca de bebidas energéticas en 2019. Sus victorias en Austria, Alemania y Brasil —especialmente la primera y la última— funcionaron como una gran muestra de la mejoría que el equipo observó con la llegada de Honda.

La potencia del motor Honda, en las etapas finales del Gran Premio austríaco y durante todo el Gran Premio de Brasil, se hizo notar con gran contundencia. Asimismo, el equipo supo competir en pistas que se mostraban favorables al chasis del RB15, aunque no como en años anteriores.

En Mónaco, donde triunfaron en 2018 desde la Pole con Daniel Ricciardo, no pudieron repetir en 2019, a pesar de que Verstappen pudo luchar por la punta con Lewis Hamilton por el factor de los neumáticos. En Hungría, un trazado que siempre se tildó como uno favorable a Red Bull y que en los últimos años no había sido tal, el holandés hizo la Pole Position y finalizó segundo tras un duelo espectacular con Hamilton.

Si bien el equipo mostró una mejoría importante desde el punto de vista de la unidad de poder, la característica velocidad en curva del equipo no fue tal en 2019, al menos no en todas las pistas de características trabadas. 

Ante la interrogante de si es realista considerar a Red Bull un candidato, desde dentro del equipo austríaco responden que sí. Helmut Marko declaró que el equipo estaba dos semanas adelantado en su proyecto de 2020 y, además, que ya estaban por delante de Ferrari y sólo pensaban en Mercedes. 

Por su parte, Horner fue un poco más medido, pero no dudó en posicionar a sus dirigidos al nivel de Mercedes y Ferrari. "Al menos que alguien se saque un conejo del sombrero, creo que estamos dirigidos a tener un año muy excitante Mercedes, Ferrari y nosotros. Puede ser una temporada realmente clásica", dijo Horner.

Marko declaró que "no hay excusas" para Red Bull si no rinde a nivel alto en 2020, y esa es una opinión que no está alejada de la realidad. Ferrari, sin ánimos de comparar a la marca más importante de la historia de la F1 con Red Bull, no logra campeonato alguno desde 2008, pero ha luchado por ello en 2010, 2012, 2017 y 2018. Con esos resultados, Ferrari se enfrenta año a año a una presión mediática y a críticas desenfrenadas que se acentúan cada vez que transcurren más años desde el último éxito de los de Maranello.

Para Red Bull, la situación ha sido muy distinta y año a año. Tras resultados eficientes —pero nada impactantes— de los últimos años, Red Bull es bañado en halagos y tildado de candidato para el año próximo. Se cumplan o no los objetivos, Red Bull es considerado un equipo de élite —porque lo es—, pero nunca se denomina como un equipo que quedó a deber por no lograr los objetivos esperados.

Efectivamente, es realista considerar a Red Bull como candidato para 2020. Su progreso es innegable. Sin embargo, la extraordinaria velocidad en curva que ha caracterizado al equipo deberá volver a ser contundente en 2020, pues si Honda mantiene su progreso, el foco estará en el chasis, en el área donde debería radicar la principal fortaleza de Red Bull. 

Como dijo Marko, si no se cumple el objetivo de batallar de forma prolongada por el título, no habrá excusa.

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