Durante la explicación de la nueva normativa técnica de la Fórmula 1 para la temporada 2021, Ross Brawn, director deportivo de la F1, ha criticado el cambio de los monoplazas en 2017. El británico señala que no entiende el motivo de dicho cambio: “De 2016 a 2017, los coches incrementaron enormemente la carga aerodinámica y hay que pensar en esa experiencia porque se hizo por razones que no entiendo”, explicó.

Cree que se empeoró la situación con esos monoplazas, perjudicando la competencia: “El gran aumento de la carga aerodinámica fue como 'Hagamos coches más rápidos, hagamos la F1 mejor', pero lo que se hizo fue empeorar las cosas porque los coches no pueden competir entre sí - a lo que añadió - es un ejemplo de un programa no estudiado, ahora los coches son muy rápidos, pero no sirven para correr”, ha afirmado.

Cabe recordar que en 2016 hubo muchas críticas al comportamiento de los monoplazas y al poco espectáculo en las carreras. Por ello, La Asociación de Pilotos (GPDA) impulsó un cambio en los coches, para que fuesen más rápidos y espectaculares. Sin embargo, no se reparó en las posibles consecuencias sobre la capacidad para adelantar y seguir otros monoplazas, problemas que han intentado solucionarse en 2019 sin mucho éxito.

Sebastian Vettel, actual director de la GPDA, comentó para Motorsport.com que no estaba de acuerdo que el cambio fuese un error: “Para nada, creo que los coches son mucho más espectaculares desde 2017, ahora sabemos qué son capaces de hacer, antes eran bastante lentos, teníamos muy poco drag y eran fantásticos en recta, pero eso no es lo emocionante para nosotros”, contestó de forma tajante el tetracampeón.

Aun así, Vettel cree que el peso es lo único que lastra a estos monoplazas: “Lo erróneo, desde mi punto de vista, es que los coches son muy pesados, lo cual está relacionado con algunas medidas de seguridad, aunque creo que todo el mundo lo acepta, y también con la unidad de potencia - aunque justifica que fue una buena decisión - además, parecían un poco más lentos que en años anteriores, así que no creo que fuera la dirección equivocada”.

El alemán no ha sido el único en defender la propuesta de la GPDA en 2017, su compatriota, Nico Hülkenberg también lo hizo: “¿Un error? No lo sé, yo no lo llamaría así”.

Señala que siempre ha sido difícil seguir a los rivales, aunque reconoció que en 2017 se convirtió en algo aún más complicado: “Sinceramente, para mí, en diez años en F1, seguir a otro coche nunca fue sencillo, cada año tienes dificultades, pero creo que es cierto que desde la nueva generación de monoplazas de 2017 se ha vuelto peor y más difícil seguir, especialmente en 2018 y 2019”, finalizó el de Renault.

Su compañero en la marca gala, Daniel Ricciardo, señaló que el ancho de los circuitos también es un problema: “Los coches se ven sexies, grandes y anchos, increíbles, tienen mejor aspecto que en 2016, pero mi preocupación sólo era el ancho, los circuitos no se ampliaron, pero los coches sí, así que hay menos sitio para adelantar”.

Aunque señala más aspectos: “No solo adelantar, en F1 se busca cualquier aire limpio cuando sigues un coche, al tener coches más anchos, es más difícil encontrar ese aire limpio, quizás no fue lo mejor que se pudo hacer, pero todos estamos aprendiendo”, concluyó el australiano.

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