En el último fin de semana se disputó el Gran Premio de Estados Unidos en el Circuito de las Américas, donde Lewis Hamilton se proclamó campeón del mundo de Fórmula 1 por sexta vez. El británico está a un mundial de igualar el récord de Michael Schumacher, por lo que espera con ansias el próximo año.

Valtteri Bottas también desea impaciente el 2020 tras un gran inicio de temporada que no pudo mantener. Se ve capacitado para luchar contra el hexacampeón del mundo tras su buena actuación en Estados Unidos, consiguiendo la séptima victoria de su carrera.

Otra noticia de gran calado fueron los neumáticos para la temporada 2020. En Austin, los equipos disponían de un neumático experimental para los entrenamientos libres del viernes, y los pilotos no se mostraron contentos con ellos debido al poco agarre de los mismos en condiciones frías. Debido a esto, se ha planteado la posibilidad de seguir con los neumáticos de este año la próxima temporada.

Una noticia más positiva fue la renovación de Antonio Giovinazzi. El italiano, muy cuestionado a principio de temporada, argumentó que tras un tiempo sin competir debía recuperar el ritmo. Finalmente parece que lo ha logrado, superando a Kimi Räikkönen en algunas carreras y con buenos grandes premios, como en su gran premio de casa.

La normativa para 2021 fue aprobada y, por tanto, las escuderías ya ponen un ojo en esta temporada tan importante para la Fórmula 1. Se espera que, para dicho año, el salario de los pilotos aumente debido a que “cuando los autos se nivelen, los pilotos serán nuevamente el factor más importante y es por eso por lo que los sueldos se elevarán dramáticamente”, según Helmut Marko.

Por último, una noticia impactante fue la posible ilegalidad del motor Ferrari. Para el Gran Premio de Estados Unidos, La Federación Internacional de Automovilismo (FIA) realizó la investigación pertinente y habitual en los casos sospechosos por parte de los equipos, siempre que haya algo ilegal en sus rivales. Ferrari tuvo un ritmo muy pobre y algunos alegan que se debe a dicha investigación, que ha llevado a pilotos y personalidades importantes del paddock a afirmar que los italianos recurrían a las trampas. Alguno de ellos fueron Toto Wolff o Max Verstappen, ante la defensa férrea de Ferrari.

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