Italia y la Fórmula 1 son sinónimo de éxito, de ambiente y de espectáculo. El Gran Premio de Italia lleva disputándose ininterrumpidamente desde los comienzos de la era moderna de la categoría, y siempre disputado en las distintas configuraciones del Autódromo Nacional de Monza salvo la edición de 1980, disputada en el Enzo e Dino Ferrari de Imola. Y así se espera que siga durante mucho tiempo.

Pues tanto Imola, que fue sede del Gran Premio de San Marino, como Mugello, trazado habitual en el Campeonato del Mundo de MotoGP, quieren apostar fuerte por una posible futura candidatura para ser sede de la cita italiana.

En el caso del Autódromo Enzo e Dino Ferrari, el trazado sufrió una remodelación en 2007 tras disputar la última cita de San Marino de Fórmula 1 el año anterior. En dicha renovación, el trazado eliminó la variante Bessa, reemplazada por una recta la cual se aprovechó para remodelar los boxes y ampliar la zona de paddock.

Charles Leclerc y Ferrari no fallaron

Los directores de Imola encargaron a Dromo la renovación de dichas zonas, argumentando que “están listos para aceptar el desafío” de acoger de nuevo una carrera de la máxima categoría. "Estamos orgullosos de ser considerados entre las pistas de carreras capaces de albergar la Fórmula Uno” declaró Roberto Marazzi, director del Autódromo.

El Presidente del circuito, Uberto Selvatico Estense, también mostró su ilusión por volver a albergar una prueba de F1: “El gran trabajo realizado por el presidente del ACI (Club del Automóvil de Italia) Angelo Sticchi Damiani, para mantener la F1 en Italia, podría reabrir la posibilidad, incluso en nuestra pista histórica, de ver como los bólidos rojos y todo el circo vuelven a lanzarse a las orillas del Santerno”.

La baza del circuito de Imola está en “lograr contar con el apoyo de las instituciones regionales y metropolitanas”, tal y como sucede a día de hoy con Monza y Mugello.

Por su parte, el Autódromo del Mugello, circuito habitual en MotoGP, también está interesado en ‘probar suerte’ en el Gran Circo. A pesar de que nunca ha albergado una carrera de Fórmula 1, el trazado toscano acogió test de la categoría reina, datado el último del año 2012.

Desde Mugello revelaron el resultado de un estudio de impacto económico asegurando que la actividad en la pista aporta casi 130 millones de euros, tanto a la economía local como a la de la región. Esta revelación se llevó a cabo en el año 2017, mucho antes del anuncio de Imola, y movió un total de 1000 empleos en Mugello y alrededores.

Dicho informe no valoraba Fórmula 1, sino tantas competiciones que, durante el año, disputan carreras en el trazado toscano. No obstante, según Ansa, agencia italiana de noticias, Paolo Poli, director del Autódromo, declaró que ve como opción a largo plazo llevar a Il Mugello a la cima del automovilismo. Eso sí, después de renovar para MotoGP, su actividad prioritaria en la actualidad.

Monza se mantendrá en el calendario de Fórmula 1 hasta 2024

“El primer objetivo será renovar el acuerdo con MotoGP. Luego, en cinco años, podríamos pensar en presentar una solicitud para traer la F1 a la Toscana”. No será un camino de rosas para este circuito estar en la lista de candidatos, aunque aspiran a estarlo junto a Imola. “Serán necesarias asociaciones a nivel nacional, como ha pasado con Monza para alargar el acuerdo con la F1 para los próximos años”.

“Hay que recordar que, a diferencia de otros trazados italianos, Mugello no es estatal. Entre 2006 y 2016, Ferrari realizó grandes inversiones para mejorar la calidad de las infraestructuras y la profesionalidad de los trabajadores de aquí, para presentarse frente a los clientes con un nivel mayor”

Todo esto a partir de 2024. No obstante, es bien sabido que la Fórmula 1 busca aumentar el número de carreras del calendario. Actualmente están en 21, para el año que viene, tras la salida de Hockenheim y las llegadas de Zandvoort y Hanoi, serán 22. Y todo apunta a que un futuro sean más.

En definitiva, si ese es el objetivo de la F1, está claro que candidatos no van a faltar. Ya sea para cubrir una posible baja de Monza o para tener más de una carrera en suelo italiano, como ya sucediese con el Gran Premio de San Marino.