Ferrari ha regresado del parón veraniego con las baterías bien cargadas, logrando al fin su primera victoria de la temporada; ya que la escudería italiana no ganaba una carrera desde el Gran Premio de los Estados Unidos de 2018, donde Kimi Räikkönen alcanzó su última victoria para el equipo Ferrari.

De este modo Charles Leclerc conseguía la primera victoria de su carrera deportiva en su Gran Premio número 34, en el mismo lugar en el que Michael Schumacher lograba su primera victoria (y única de esa temporada) en el año 1992. Sin embargo el piloto monegasco no pudo saborear el anhelado triunfo, ya que el fin de semana quedó marcado por la tragedia; tras la pérdida de Anthoine Hubert en el fatal accidente ocurrido en la Fórmula 2 en la jornada del sábado.

Convirtiéndose así en un recuerdo agridulce para el joven piloto; que no podrá recordar de otra forma el momento en el que marcó un hito en la historia de Ferrari, al mismo tiempo que trataba de digerir la pérdida de un amigo.

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— Formula 1 (@F1) September 2, 2019

Así lo recordaba Charles Leclerc tras bajarse del coche y señalar al cielo para dedicar su victoria a la memoria de Anthoine Hubert: "Hemos crecido juntos. Mi primera carrera, la hice con Anthoine cuando éramos más jóvenes, allí estaba Esteban (Ocon), Pierre (Gasly). Es una pena lo que sucedió ayer, así que no puedo disfrutar completamente mi primera victoria, pero definitivamente será un recuerdo que guardaré para siempre", concluyó el monegasco.

Charles Leclerc se convirtió así en el piloto más joven de la historia de Ferrari en conseguir una victoria. Con 21 años, 10 meses y 13 días; desbancó así a Jacky Icks que ostentaba este récord desde el 7 de julio de 1968 en el Gran Premio de Francia en Rouen-Les-Essarts.

No obstante Charles Leclerc no hubiese conseguido nada de esto sino hubiese sido por la ayuda de su equipo y de Sebastian Vettel; y es que tras una larga racha de erroes y malas decisiones, consiguió trabajar por y para el equipo; y así, unificando los objetivos de sus dos monoplazas por encima de los intereses propios de sus pilotos, Ferrari consiguió una merecidísima victoria con la que llegar al Gran Premio de casa con la moral bien alta.

A pesar de lo bien que iban los Ferrari en Spa-Francorchamps y la velocidad punta que tenían en recta, los Mercedes tenían un gran ritmo. Tras la primera parada en boxes, a pesar de que Charles Leclerc había dominado el primer stint de carrera, Sebastian Vettel ostentaba la primera posición. No obstante, el monegasco tenía mejor ritmo que el alemán y ante la amenazada de los Mercedes, Ferrari no dudo en dar la orden a Sebastian Vettel de dejar pasar a su compañero de equipo, para así asegurar la victoria del equipo.

El alemán sin protestar y sacrificando sus intereses en favor de los del equipo dejó pasar a Charles Leclerc sin ofrecer resistencia alguna, ofreciendo al monegasco la oportunidad de escaparse de la amenaza de los Mercedes. Sin embargo la labor de Sebastian Vettel  no acabó ahí, ya que su posterior lucha con Lewis Hamilton consiguió retrasar la llegada del inglés, ya que si este hubiese tenido un par de vueltas más hubiese alcanzado a Charles Leclerc  y quizás la victoria.

 Por lo que la victoria por encima de todo pertenece a la escudería italiana, ya que fue una victoria orquestada desde el muro. Con lo que demostró que a pesar de no tener el mejor monoplaza de la parrilla, trabajando en equipo los resultados acaban por llegar. Ahora solo falta ver si los de Maranello consiguen convertir este resultado en la tendencia que guie al equipo; y de este modo poder plantarle cara la férrea hegemonía de Mercedes. Aunque por el momento habrá que esperar a ver si consiguen volver a coronar el cajón más alto del podio este fin de semana en Monza, un circuito que a priori debería favorecerles.

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