Tras el anuncio de que Honda sería el nuevo motorista de Red Bull se generó una gran expectación de cómo sería esta alianza. Honda, que vivió un calvario durante tres temporadas en McLaren y un año nada fácil con Toro Rosso, decidió dar un salto importantísimo para llevar a los austríacos a lo más alto.

Tras lograr su primer podio desde 2008 en Albert Park, los japoneses han dado pasos de gigante, hasta tal punto de ser los únicos en arrebatarle la victoria a Mercedes, y en dos ocasiones. Además, hay que recordar que se espera una nueva especificación de la unidad de potencia nipona, que debería dar más rendimiento al motor y hacer que el RB15 sea más competitivo. Una especificación que podría acercar a Red Bull de Mercedes y superar a Ferrari en la lucha por el segundo puesto en el campeonato de constructores.

Max Verstappen, que ha sido nombrado por los aficionados y la Fórmula 1 como el mejor de la primera mitad de la temporada, habló en el diario holandés De Telegraaf sobre la alianza con los japoneses: “Nunca he tenido que dar un puñetazo en la mesa - a lo que añadió - Honda, como nosotros, siempre quiere más y mejor, es una mentalidad completamente diferente a la que estábamos acostumbrados”, comentó en referencia a la mala relación con Renault en 2018.

Por otro lado, el piloto neerlandés quiso hablar sobre la diferencia cultural con Honda, que según McLaren, suponía un problema a la hora de comunicarse, algo que no comparte Verstappen: “Lo divertido es que en realidad es una mezcla, el tipo que dirige el proyecto con nosotros es estadounidense y también hay ingleses trabajando en Honda de Cosworth - aunque recalcó - por supuesto, la cultura es muy diferente, pero la conoces con el tiempo, al final tenemos el mismo objetivo, que es ganar, así que hablas el mismo idioma de forma muy rápida”, dijo para finalizar.

Lo cierto, es que los de Sakura ha sabido llevar muy bien la presión que suponía motorizar a un equipo tan exigente como Red Bull. Honda, que aún no ha confirmado si seguirá en 2021, espera hacer un buen trabajo con los austríacos y lograr un campeonato de constructores que no consigue desde 1991 con McLaren.

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