El inicio de la era híbrida en 2014 trajo consigo una desigualdad muy grande en la Fórmula 1. Los motores se complicaron mucho, así como su coste, y muchos motoristas se quedaron atrás en el desarrollo de sus unidades de potencia.

Sin embargo, Mercedes-AMG supo anticiparse al cambio de 2014 e hizo un coche ganador desde el principio sin rival alguno. Aunque Ferrari y alguna que otra vez Red Bull les plantaron cara, lo cierto es que este año parece que la escudería de Brackley se ha percatado de que sus rivales están más cerca de lo esperado.

"El chasis de Red Bull siempre ha estado entre los mejores y aún lo está. Y además Honda ha dado un gran paso adelante desde el año pasado a este y hay que darles todo el reconocimiento. Estoy feliz de ver eso en la Fórmula 1 porque el hecho de que Honda esté fuerte es bueno para la Fórmula 1 y para la competición al fin y al cabo", expresaba Toto Wolff, jefe de equipo de la escudería cinco veces Campeona del Mundo.

El austriaco cree que el hecho de que otro suministrador de motores sea competitivo es bueno para el espectáculo, ya que aumenta las posibilidades de que gane otro piloto que no sea de Mercedes, cosa que se agradece tremendamente visto lo ocurrido en los últimos años.

No obstante, Wolff es consciente de que no se pueden confiar, pues el estar siempre al frente hace que no mires quién te viene por detrás.

"Los demás nos están alcanzando y es más fácil alcanzar a los demás que mantener el nivel y ser el punto de referencia, y esa es una razón por la que nadie ha ganado nunca seis títulos consecutivos de constructores o de pilotos, porque no es fácil", continuaba.

"Supongo que todos lo sabemos, pero tenemos que empujar más fuerte y de forma más inteligente para seguir en cabeza”, finalizaba.

Desde Honda, por el otro lado, creían que al principio de la temporada no podrían luchar contra las flechas plateadas. Así lo asegura Masashi Yamamoto, director ejecutivo de Honda en Fórmula 1.

"Creo que se está reduciendo. Al principio de la temporada, ni siquiera pensé que podíamos luchar con Mercedes. Los desarrolladores de Sakura y los ingenieros de pista han hecho muy buen trabajo", expresaba el nipón hacia AS-Web.jp

Aunque en Australia no se suelen ver los rendimientos reales de los coches debido a ser una pista semi-urbana, Yamamoto supo qué pasos seguir para tirar hacia adelante.

"Es correcto. Era un sentimiento real. Normalmente, Melbourne es un circuito especial porque no puedes medir el rendimiento real del coche y el motor. El Dr. Marko y Horner dijeron antes de llegar "ojalá hacer podio" y así fue".

"Eso estuvo bien, pero al mismo tiempo, se vio que era muy difícil ganar. Por supuesto que estaba muy feliz por nuestro primer podio. Sin embargo, el segundo lugar de Hungría no es tan agradable", comentó.

Tanto en Francia como en Canadá, el motor Honda experimentó algunos problemas de potencia. Yamamoto afirma que desde Sakura se pusieron a investigar y a hacer un análisis de qué salió mal. Los deberes fueron hechos de forma exitosa, pues en Austria llegó la primera victoria de Honda en su vuelta a la Fórmula 1.

"Es correcto. En Francia, Max perdió potencia desde el inicio. En Austria tomamos las medidas para frenar el sobrecalentamiento. Hacía mucho calor, pero llevamos el motor al límite para mostrar su rendimiento original", ha explicado.

"He aprendido que es posible sacar el máximo de nuestra unidad de potencia y se pueden hacer buenas carreras como en Gran Bretaña, Alemania o Hungría. Las pérdidas de potencia en Canadá y en Francia fueron estudiadas. Ese fue el punto de inflexión", expresó para finalizar.

Si Honda sigue mejorando como lo ha hecho este año, y sumado a un coche con un chasis competitivo como es el de Red Bull, los de Milton Keynes podrán plantar cara a Mercedes y darle más emoción al Mundial.

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