Red Bull y sus avances con Honda en relación a su último año con Renault
Honda le dio a Red Bull lo que escaseó en las temporadas recientes de su unión con Renault: confiabilidad, mas, estadísticamente, Renault dejó una vara alta para la marca japonesa.
Max Verstappen y Red Bull iniciaron su relación con los motores Honda con el pie derecho. No cabe duda de que el piloto holandés y el equipo austríaco supieron adaptarse a los métodos de los japoneses y, apenas en la primera mitad de la temporada, Verstappen igualó su cantidad de victorias de 2018, cuando Red Bull equipaba sus autos con motores Renault denominados TAG Heuer.
Honda le brindó a Red Bull en 2019 una confiabilidad que difícilmente se vio durante las últimas dos temporadas con Renault. En las primeras 12 fechas del calendario de la Fórmula 1, Red Bull ha tenido sólo dos abandonos durante Grandes Premios, una por falla del eje de transmisión del RB15 de Pierre Gasly y uno por colisión —Gasly en Alemania—. Verstappen, el estandarte de Red Bull ante los problemas de rendimiento del francés, sólo tuvo problemas en Silverstone, cuando un retardo en el turbo de su RB15 le privó de pelear por la Pole Position, según explicó el joven piloto.
El año anterior, Red Bull sufrió siete abandonos en la primera mitad —cuatro para Daniel Ricciardo y tres para Verstappen—. De esos siete abandonos, cuatro fueron ocasionados por problemas relacionados a la unidad de motor, los otros tres se produjeron por la colisión de Ricciardo y Verstappen en Bakú y la falla de frenos del auto del holandés en Silverstone.
Con una primera mitad tan accidentada en 2018 y llena de fallas mecánicas y errores de sus pilotos, Red Bull acumuló 223 puntos tras los primeros 12 eventos, sólo 21 menos que los 244 que posee actualmente en el mismo número de GPs.
Si bien la mejoría del auto parece ser notoria, el proceso lento con el que se ganan décimas en la Fórmula 1 indica que Red Bull no ha superado todos sus resultados de la primera mitad de 2018 con Renault. Pues a estas alturas del año anterior, el equipo contaba con menos puntos que en la actualidad, pero con tres triunfos —China, Mónaco y Austria— y seis podios, comparados con los dos triunfos de 2019 y cinco apariciones en el podio.
Hasta aquí, los números fríos indican que Renault le brindó una mejor primera mitad de temporada que la que Honda pudo entregar, sin embargo, se deben tener en cuenta variables inapelables como el talento de Ricciardo —ganador en China y Mónaco el año pasado a bordo del RB14— y los problemas de adaptación que presenta Gasly, quien aún no supo domar la versión 2019 del Red Bull.
A pesar de que Renault le brindó un coche competitivo a Red Bull en buena parte de la primera mitad del año pasado, la confiabilidad nunca pudo ser resuelta, lo cual obligó al cuadro austríaco a romper la relación de 12 años que sostuvo con la empresa francesa, junto a la cual ganó cuatro campeonatos de pilotos y cuatro de constructores entre 2010 y 2013.
Asimismo, tomar en cuenta a los problemas de confiabilidad y a Gasly como el talón de Aquiles de la escudería austríaca en 2018 y 2019, respectivamente, indica que es una situación compleja para analizar, pues la fuente de los problemas fue, mayormente, mecánica en 2018, mientras que actualmente es de manejo.
En 2019, voces del paddock, como la del bicampeón del mundo Mika Hakkinen, ya explican que Red Bull ha superado a la Scuderia Ferrari y se ubicó como el segundo mejor equipo. No obstante, ser el segundo mejor equipo y tener el tercer mejor auto puede ser una acepción correcta para Red Bull, que ha maximizado sus resultados carrera a carrera, aún con la ineficiencia de Gasly, mientras que Ferrari ha dejado puntos en el camino por fallas estratégicas o mecánicas aún teniendo el mejor auto de la parrilla en determinados fines de semana.
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En términos de ritmo puro, Red Bull aún luce un paso detrás de Ferrari, pues los mejores resultados de la marca de la bebida energética llegaron en condiciones excepcionales —triunfos de Verstappen en Austria con calor excesivo y en Hockenheim con lluvia— y en una pista, el Hungaroring, que siempre estuvo tildada en las agendas de Christian Horner y su equipo de trabajo como una en la que pelearían por la victoria, lo cual hizo Verstappen, a pesar de caer ante el asedio de Lewis Hamilton y su Mercedes W10.
El factor Gasly ha inhibido a Red Bull de pelear con Ferrari por el segundo puesto en el mundial de constructores, es cierto, pero Ferrari —que suma 288 unidades— tuvo el auto que dictó el ritmo en tres de los doce fines de semana de competencia de 2019 —Bahréin, Canadá y Austria—, hecho que Red Bull no pudo alcanzar hasta ahora, pues sólo se mostró competitivo bajo circunstancias normales de carrera en Hungría, donde Verstappen realizó la primera Pole Position de su carrera, pero debió sostener los ataques de Hamilton durante todo el Gran Premio hasta que cedió a falta de cuatro vueltas para la bandera de cuadros.
Desde el punto de vista del trabajo y la comunión entre Red Bull y Honda, precisamente lo que no se observa desde fuera, Verstappen explicó que es notorio el avance con la compañía japonesa, pues el holandés explicó que la forma de laborar de Honda y su confiabilidad han permitido que el equipo austríaco vaya al límite con otras piezas del auto. "Sí, tuvimos fallas mecánicas en el auto y no en la unidad de potencia el año pasado, pero también vinieron porque nunca tuvimos la confiabilidad de probar hasta el límite. Honda está pasando mucho tiempo en el dinamómetro y luego nosotros descubrimos nuestros límites para las piezas del auto, algo que nunca antes habíamos tenido", señaló el holandés de 21 años.
Si bien es cierto y un hecho comprobado que Red Bull no ha mejorado de forma tan amplia con relación a sus estadísticas de 2018, la variable Gasly, la confiabilidad y el potencial indican, hasta aquí, que su cambio a los motores Honda empieza a lucir como un acierto. Sin embargo, el logro que Red Bull espera no es superar lo realizado con Renault en los años anteriores de la era híbrida —12 victorias, 57 podios y tres Pole Positions—, sino subir a la cima de la categoría y destronar a Hamilton y Mercedes, dominadores incontestables de esta época de la máxima categoría del automovilismo.
Lo que queda claramente de manifiesto al analizar los últimos dos años del equipo austríaco es que para ser competitivo en Fórmula 1, cada elemento debe estar en el lugar correcto y trabajando a su más alto nivel. Pues el año pasado contaron con una alineación envidiable de pilotos, pero la falta de confiabilidad y los problemas de Verstappen en la primera mitad del año contrarrestaron el rendimiento del coche. Mientras que este año, el monoplaza parece "a prueba de balas", pero sólo Verstappen ha sabido exprimir todo el rendimiento y competir por podios y triunfos, mientras que Gasly batalla contra equipos de la zona media.
Comparar el final de una relación insalvable con el inicio de una relación prometedora tiene en sí mismo un nivel alto de injusticia, pero de lo que no cabe duda es que el potencial de Red Bull-Honda parece sólido, sólo faltará desarrollarlo y ver si alcanza ante la potencia de Mercedes y la insistencia de Ferrari.