Luego de sancionar a la Scuderia Ferrari con una multa de 5.000 euros en Alemania por liberar al monegasco Charles Leclerc de forma insegura en los pits, la dirección de carrera de la F1 abrió la puerta de un camino del que difícilmente se podía regresar. Pues castigar una maniobra de ese tipo con una sanción que no es deportiva abriría paso a que otros equipos realizaran ese tipo de liberaciones, lo cual, indudablemente, disminuiría el nivel de seguridad de los boxes.

Asimismo, que en menos de una semana la FIA y el director de carrera Michael Masi reconocieran, indirectamente, el error cometido en el Hockenheimring y sentar un mal precedente, significó un acierto mayúsculo para la Fórmula 1, pues la seguridad debe continuar como la prioridad principal dentro del deporte. 

Tras reunirse con los equipos en los días previos al Gran Premio de Hungría en Budapest, la FIA y Masi tomaron la determinación de volver a las sanciones de tiempo para este tipo de infracciones. A pesar de la rara decisión de no sancionar directamente a Leclerc por su encuentro con el Haas de Romain Grosjean en los boxes de Hockenheim —Leclerc fue liberado en el camino del francés y le obligó a frenar y perder tiempo antes de realizar su parada en los pits —, Masi explicó que tuvo "una muy buena discusión con los jefes de equipo y se acordó que desde el GP de Hungría se olvide lo ocurrido en la primera mitad del año y que si, durante la carrera, se juzga una maniobra como liberación insegura, se procederá a aplicar una sanción de tiempo. Exista o no una ventaja deportiva".

Luego de la carrera en Alemania y antes de la de Hungría, varias voces mencionaron que esta decisión —multa económica— podría traer consecuencias poco deseadas para la categoría. El jefe del equipo Haas y claro perjudicado por la maniobra de Ferrari con Leclerc, Gunther Steiner, dijo que esas decisiones debían ser efectivamente analizadas, pues "animarían a otros equipos a arriesgarse. La FIA gana dinero, nosotros perdemos posición y todos salen ganando menos el perjudicado".

Los pilotos en contra de la reducción de los Test de pretemporada en 2020

Por otro lado, Otmar Szafnauer, jefe de Racing Point, indicó que los equipos no deberían decidir si se aplican multas o no. "Estas maniobras merecen una sanción deportiva propia, pues el riesgo es muy alto y lo que no quieres es que los equipos tomen una decisión financiera basada en poner en riesgo la seguridad en boxes", añadió.

Previamente, las liberaciones inseguras tenían variables, pues liberar un auto en el camino de otro estaba penalizado con carga de tiempo a los pilotos, mientras que liberar a un coche sin que los neumáticos estuviesen correctamente equipados se resolvía con una multa. Otro tipo de maniobras —como la situación entre Max Verstappen y Valtteri Bottas en Mónaco, donde había espacio para ambos autos y Verstappen tocó el Mercedes W10 del finlandés, o la situación entre el propio holandés y Leclerc en Silverstone—, sí ameritan discusión por parte de los comisarios y se toman en cuenta otro tipo de factores, como el espacio de los boxes en determinados circuitos.

En el caso de la acción entre Verstappen y Bottas en Mónaco, Masi explicó previamente que se tomó en cuenta el contacto de Verstappen con Bottas antes que una posible liberación insegura por parte del equipo, que sí existió. En el caso de la lucha en boxes de Verstappen y Leclerc en Silverstone, tal maniobra no fue siquiera anotada por los comisarios, no ameritó evaluación.

A pesar de que Masi defendió en un principio la multa a Ferrari en Alemania, escudándose en una reunión previa con los equipos para tomar en cuenta el cambiante clima que se experimentaría en carrera, observar a la FIA y su director de carrera retroceder sobre sus pasos y aplicar el sentido común en estas decisiones es un avance importante. 

Este tipo de temas no admite ningún tipo de grises, cuando está en discusión si el nivel de seguridad de las personas involucradas aumenta o disminuye producto de determinadas maniobras, no hay opción más que optar por brindar seguridad y protección máxima a mecánicos, jefes de equipos y todo el personal que ocupa la zona de boxes durante un Gran Premio.