Otro fin de semana sin los resultados esperados dentro del garaje del equipo Renault, otro Gran Premio en el que Daniel Ricciardo no logra acabar en los puntos. El piloto australiano se vio relegado al final de parrilla después de realizar una mala clasificación y más tarde decidir cambiar partes de la unidad de potencia lo cual le penalizó y mando al último puesto.

Ricciardo buscó un planteamiento diferente para lograr remontar de la manera más eficaz, pero no le funcionó. En la vuelta 49 decidió parar para quitarse el neumático duro poner en blando en busca de atacar a sus rivales que calzaban un neumático más lento, pero no le iba a sonreír la suerte esta vez al piloto de Renault.

El australiano se encontró con el Haas de Magnussen delante el cual tenía claro que no iba a ponérselo fácil a Ricciardo, aunque para ello rozara la ilegalidad en sus movimientos. Tras una serie de ofensivas por parte de Ricciardo, Magnussen decidió realizar una serie de movimientos en el momento de la frenada, cosa que está castigada en el reglamento si se hace en numerosas ocasiones.

El piloto de Haas lo continuó haciendo en varias acciones más a lo que Daniel se vio obligado a quejarse por radio de los movimientos de Magnussen recibiendo este una advertencia por radio de la FIA únicamente. Esto pudimos ver al final de carrera que para Ricciardo no fue suficiente, mostrándose molesto ante los medios por la decisión tomada por parte de la FIA.

“Está bien, es una carrera, pero sin duda lo que los conductores acordamos y hablamos con los comisarios, definitivamente se movió al frenar más de dos veces. Escuché que recibió una advertencia, pero una advertencia no es suficiente”, comento Ricciardo tras la carrera.

Quedará por ver qué postura sigue manteniendo la FIA respecto a este tipo de situaciones y si siguen manteniendo esta línea blanda con los pilotos llevando al límite el reglamento.