El Gran Premio de Alemania será recordado como una de las carreras más locas y sorprendentes de toda la temporada. Ferrari fue una de las grandes estrellas que protagonizó el espectáculo.

Cruzando el umbral de la mitad del campeonato 2019 de Fórmula 1, Ferrari llegó al circuito de Hockenheimring con la intención de solventar la larga lista de errores e infortunios que han marcado el recorrido de su temporada. Una temporada donde a pesar de que por fin parecían tener el potencial suficiente para lograr incomodar a los hombres de Mercedes el resultado final ha sido bien distinto.

El Gran Premio de Alemania parecía tener lo que la escudería italiana necesitaba para triunfar de una vez por todas esta temporada. Ferrari conquistó todas y cada una de las tandas de entrenamientos libres, por lo que se mostraron como el gran rival a batir del fin de semana.

De este modo llegaron a la sesión de clasificación, como los favoritos indiscutibles, sin embargo sus opciones se disiparon en un pestañear de ojos. En la primera ronda de clasificación el monoplaza de Sebastian Vettel comenzaba a perder potencia y regresaba a boxes ante las caras de preocupación de su equipo. El monoplaza no pudo volver a salir, un duro palo no solo para el equipo sino también para el piloto alemán que corría en el Gran Premio de casa. Mientras los tiempos de su compañero de equipo, Charles Leclerc, parecían brillar con luz primera y mantenían la esperanza de la escudería italiana que tenía todas las papeletas para poder llevarse la pole, sin embargo en la tercera ronda de clasificación el monoplaza del monegasco comenzó a sufrir un problema en el sistema de combustible que provocaron la retirada del monoplaza. Ferrari perdió una oportunidad increíble por culpa de los problemas de fiabilidad.

Por lo tanto no tenían otra opción que intentar encomendarse a la lluvia el domingo y confiar en el talento de sus pilotos. Sebatian Vettel se veía obligado a partir desde la última posición de la parrilla, mientras Charles Leclerc un poco mejor situado partía desde la décima posición. Sus pilotos estaban dispuestos a dar todo de si mismos y así lo demostraron. Sebastian Vettel impulsado por la fuerza de sus aficionados y empezó a fraguar su espectacular remontada. Mientras que su compañero tenía en sus manos un gran número de posibilidades para lograr el triunfo. No obstante, mientras rodaba en la segunda posición llegó el error. El joven monegasco acabó contra el muro, eliminando así todas opciones.

Sin embargo quizás Charles Leclerc no fue el único culpable de esta situación, aunque sí el protagonista, puesto que el monegasco había pedido poner el neumático intermedio en su parada en boxes, mientras que Ferrari desoyendo su petición le puso los neumáticos de seco. Una vuelta después el monegasco perdía el control de su coche y daba por finalizada su carrera. 

78 pits.... 78!#Fit4F1 #GermanGP pic.twitter.com/cbhuQXMvU2

— Pirelli Motorsport (@pirellisport) July 28, 2019

Mattia Binotto, jefe del equipo Ferrari, en reconoció este mismo hecho: "Lo importante es tener una discusión abierta con los pilotos. Por ejemplo, en su última parada, Charles pidió neumático nuevo intermedio, tenía sentido para él por las sensaciones en la pista. Los pilotos en una pista con condiciones tan complicadas dan indicaciones que resultan siempre fundamentales. Y el equipo tiene que estar preparado para reaccionar casi en la última curva. El muro trabajó bien", aunque no terminó de reconocer su parte de culpa al decir que el muro trabajo bien, puesto que al menos en esta situación se equivocó.

Ferrari consiguió salvar los muebles con la segunda posición de un meritorio Sebastian Vettel que protagonizó una increíble remontada. No obstante, Ferrari tenía muchas opciones para haberse encumbrado en el Gran Premio de Alemania; puesto que el SF90 demostró que tenía el potencial necesario para hacerlo. ¿Debe Ferrari conformarse con un segundo puesto cuando puede aspirar a mucho más? Sin duda alguna la respuesta es no, debe trabajar cuanto antes en esos errores que ensombrecen el brillo de un gran equipo como es el suyo; y deben hacerlo cuanto antes.

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