En el Gran Premio de Alemania se ha vivido una de las carreras más locas de la temporada gracias a las condiciones climatológicas, algo de lo que se supo aprovechar Carlos Sainz. El piloto madrileño realizó una buena salida tal y como nos tiene ya acostumbrados a ver, pero pese a remontar unas cuantas posiciones, en la curva 6 se vio echado hacia el exterior de la pista por parte de Grosjean lo que le hizo retroceder unas cuantas posiciones.

Ese no fue el único susto de Sainz, ya que a mitad de carrera Carlos realizó un trompo en las curvas 16-17 aunque sin males mayores para el piloto y el monoplaza que le permitió continuar hasta final de carrera y poder cosechar de nuevo un 5º puesto, asentándose cada vez más como el primero del resto de la parrilla.

Aunque el 5º puesto no tuvo esa sensación de felicidad a la que acostumbra ya que Sainz tuvo en la palma de la mano su primer podio, un podio que se escapó por una estrategia conservadora como reconoció el propio Sainz tras la carrera.

“Es difícil hacer una lectura ahora mismo porque han pasado tantas cosas que no sé ni qué ha pasado. Quinto es un buen resultado, pero quizás es el quinto con un sabor más agridulce de mi carrera, porque creo que ese podio se nos ha escapado"

"Los que no tenían nada que perder, que eran los que iban últimos, han puesto el slick cuando yo pedía por la radio que igual era el momento de ponerlo, pero íbamos 5º y era mucho que perder. Si ponías el slick y fallabas en ese último SC quedabas como un tonto. Una sensación me decía que tenía que ponerlo, otra que no... si lo hubiéramos puesto era un podio seguro"

"Pero la remontada que hemos hecho después del trompo, ser el único coche que ha montado el intermedio cuando los demás montaban el slick... esa decisión también ha sido personal mía, así que estoy contento con eso y no hay que olvidar que los puntos son un buen sabor de boca"