Nuevamente el Holandés volador firmó una calificación excepcional, 2019 está siendo el mejor año de su carrera deportiva. En términos generales, casi perfecta, siendo muy rápido, consistente, buscando los límites y colocando a su monoplaza en lugares que por prestaciones no le corresponden. El único que ha sido hasta ahora capaz de romper la gran hegemonía de Mercedes, con su brillante actuación y victoria en el pasado GP de Austria. Hoy en Hockenheim volvió a demostrar de qué pasta está hecho, logrando estar por delante de un Mercedes y sacándole cuatro décimas a su compañero de equipo. No hay que olvidar que el Red Bull siempre rinde mejor en carrera que en clasificación, y mañana es un serio candidato a luchar por la victoria. Si lo logra, sería la segunda de la temporada y se consolidaria aun más como el mejor del resto, tras las imparables flechas plateadas.

Es por ello, que Verstappen se mostró muy contento con el resultado obtenido y está seguro de que todo está abierto de cara a el Gran premio de mañana.

“He sido un poco conservador en la Q1 y ya en la Q3 he perdido algo de agarre, pero sin duda estoy contento de haber terminado segundo. Es genial ver a tantos holandeses aquí. Estoy contento de estar en primera línea de parrilla y mañana todo es posible”, añadió el Holandés.

“Podríamos haber estado más cerca, aunque no creo que la hubiéramos podido conseguir. Cada vez entendemos más el monoplaza y hoy estoy satisfecho, el objetivo es seguir en esta línea ascendente y reducir distancias con nuestros principales rivales”, destacó Verstappen.

A modo de conclusión, Verstappen hablo de los problemas que tuvo durante la clasificación, aunque finalmente no fueron nada grave, ni tuvieron mayores consecuencias.

“En Q3 las brechas siempre aumentan. De Q1 a Q3 perdí mucho agarre también porque la pista se puso más caliente. Cuando perdí potencia volví a los boxes pero resolvimos todo rápido”, concluyó Max.
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