La actuación del equipo Haas en el Gran Premio de Gran Bretaña solo puede ser concebida como un fracaso indiscutible, que por desgracia estamos acostumbrados a ver. Una vez más los pilotos de la escudería americana arruinaban el trabajo de todo el equipo, que no es poco, sin pensar en las consecuencias. Kevin Magnussen y  Romain Grosjean  volvían a tocarse con sus monoplazas en los primeros compases de la carrera.

En esta ocasión ni siquiera hubo que esperar mucho, puesto que el incidente transcurría cuando tan solo habían recorrido unos pocos metros del circuito de Silverstone; ambos pilotos emparejaban sus coches sin dejarse mucho espacio el uno al otro, dando lugar a un toque que acabaría resolviéndose con la retirada de ambos monoplazas. A  pesar de que tras el incidente ambos pilotos fueron llamados a boxes para cambiar sus neumáticos y cambiar el alerón de uno de los monoplazas, tras rodar unas vueltas más el equipo tuvo que retirar ambos monoplazas tras comprobar que los problemas de ambos persistían.

Unos problemas que se dieron dentro y fuera de la pista, en una temporada donde el equipo Haas parece no levantar cabeza y ha pasado a ocupar el penúltimo puesto del campeonato mundial de constructores, a pesar de que tiene el ritmo suficiente para lograr mejores resultados.

Por su parte Romain Grosjean, que no las tiene todas consigo para asegurar su continuidad en el equipo; quiso defender su inocencia señalando a su compañero, Kevin Magnussen, como el único responsable de los hechos: "Es difícil decir algo. Algo tocó mi rueda trasera y me pinchó. Estaba en un sitio que no puedo ver, es un punto ciego. Yo estaba haciendo mi trazada detrás de los dos Alfa Romeo, permaneciendo en la línea de carrera, y algo tocó mi llanta trasera derecha".

"El jefe nos llamará, pero desde mi punto de vista, no hay nada que crea que haya hecho mal. Nos daremos un apretón de manos y creo que pasaremos por la oficina del jefe", señaló el piloto de Haas reafirmándose en su inocencia respecto a las causas del incidente.

Esta situación ha llevado a Guenther Steiner, jefe del equipo Haas, a explotar contra sus pilotos. El equipo no atraviesa su mejor momento y lo peor que podía sucederle es que ambos monoplazas no consigan terminar la carrera. De este modo es incomprensible que esta situación siga repitiéndose, que sus dos pilotos no hayan aprendido a respetarse y por ende respetar el trabajo del equipo y no tirarlo por la borda a la primera de cambio. Por lo que no es de extrañar que Guenther Steiner se mostrara enfadado ante esta situación: "Una carrera muy decepcionante para nosotros. Sólo estoy diciendo lo obvio aquí. Lo mejor que nuestros pilotos podían aportar hoy era una pala, para cavar más hondo el hoyo en el que estamos".

Este incidente podría tener graves consecuencias para sus pilotos, pudiendo ser esta la gota que colme el vaso y deje fuera del equipo a alguno de ellos, de cara a una futura renovación. De momento el jefe del equipo Haas  no ha querido decir que medidas tomará para solucionar esta situación, tan solo que tendrán que ver cómo afrontan este problema en el porvenir del equipo: "Tenemos que volver, reagruparnos y ver qué hacemos en el futuro".

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