El resurgir de McLaren
Repasamos la trayectoria del equipo McLaren en los últimos años e intentamos averiguar cual es el motivo de su gran cambio a mejor del MCL34.
Desde que empezó la presente temporada hemos podido comprobar cómo el ambiente en McLaren es drásticamente diferente a años anteriores.
Los resultados y la consistencia de los pilotos se ha podido constatar en cada Gran Premio, así como la mejora en la fiabilidad del monoplaza y la mejor gestión de todos los recursos dentro del propio equipo.
¿A qué se debe ese salto adelante de los de Woking? ¿Ha sido algo casual fruto de la suerte o hay algo más detrás del rendimiento del MCL34?
En la Fórmula 1, la categoría reina de la velocidad, los cambios importantes y de mayor peso tardan temporadas enteras en plasmarse sobre el asfalto y en McLaren no han sido una excepción.
La revolución empezó a finales de 2016 con la salida de Ron Dennis como director ejecutivo de McLaren Group y la llegada del estadounidense Zak Brown como nuevo director del equipo.
Tras las desastrosas campañas de 2015 y 2016 con la llegada de Honda como motorista del equipo inglés, los accionistas pedían responsabilidades ante la vergonzante situación en la pista y la masiva pérdida de patrocinadores, por lo que el artífice de la segunda alianza McLaren-Honda fue forzado a abandonar su cargo. Meses más tarde Ron Dennis vendería todas las acciones que poseía de McLaren Technology Group, empresa que controla el equipo de Fórmula 1 y McLaren Automoción, por 313 millones de euros, desligándose tras 35 años de toda actividad automovilística e ingresando en el Ministerio de Defensa británico en el apartado de innovación mundial.
Con Zak Brown al frente, hombre que sabe y vive de la competición desde siempre, empezó una remodelación del equipo, tomando varias decisiones en cuanto a fichajes de técnicos de primer nivel que dirigieran al equipo a los primeros lugares de la categoría: Pat Fry, James Key y más recientemente a Andreas Seidl como director del equipo.
Otra de las grandes decisiones y quizá la más importante fue romper el contrato con Honda en 2017, quién aportaba motores y 100 millones de dólares anuales al equipo, para pasarse a Renault.
2018 fue un año difícil de nuevo, la reestructuración del equipo estaba en desarrollo y la implementación total de la unidad de potencia francesa al chasis del monoplaza necesita tiempo. Esa temporada fue la de un aprendizaje para 2019, fue como tener una pretemporada durante todo el año. No se podía cambiar totalmente el coche de la noche a la mañana por lo que con Fernando Alonso (sobretodo) y Stoffel Vandoorne al volante del coche, intentaron minimizar las partes negativas del coche en virtud de conseguir la máxima cantidad de datos posible para la campaña de 2019.
Y vaya si lo consiguieron.
La presente temporada empezaba con pilotos nuevos en la escudería de Woking, Carlos Sainz Jr. como el piloto más experimentado del box tras pasar por Toro Rosso y Renault y la llegada del jovencísimo y carismático británico Lando Norris, campeón de la Fórmula 3 Europea en 2017 y subcampeón de Fórmula 2 en 2018 con el equipo Carlin.
Y tal vez esa fue una de las piedras angulares del equipo, el cambio de pilotos. Por extraño que parezca, necesitaban encontrar un ambiente de trabajo más relajado en el box, cosa que la urgencia de resultados y por ganar que tenía Fernando Alonso tal vez no acababa de encajar en las necesidades del equipo. Por otro lado el belga Vandoorne, aún siendo muy buen piloto, no era comparable a la calidad del doble campeón español.
De este modo, la campaña 2019 empezaba con una consigna clara en McLaren:
agachar la cabeza, mantener silencio y trabajo duro, mucho de esto último.
A pesar de algunos fallos de fiabilidad se ha podido constatar la mejoría del monoplaza de un año a otro, tiene más tracción, más velocidad punta y mayor carga aerodinámica, adaptando evoluciones significativas cada fin de semana de carrera.
El resultado de este incansable trabajo se ha visto este pasado fin de semana en el GP de Francia; McLaren ha sido claramente el cuarto mejor equipo muy cerca de Red Bull que es el tercer equipo de la parrilla, al menos con Max Verstappen, además de posicionarse como líder del pelotón perseguidor, incluso por delante del equipo oficial Renault.
La unidad de potencia de Renault también ha mejorado, incluso ya tienen disponible la versión B-Spec que Daniel Ricciardo ha podido estrenar en Paul Ricard. Ahora sólo deben calibrar en qué GP la introducirán con el fin de maximizar los resultados sabedores que tendrán que penalizar por su utilización a lo largo de la restante temporada.
Las declaraciones de Carlos Sainz Jr. no hacen más que alentar la llegada de más y mejores resultados:
"El margen de mejora es muy grande porque hay coches que van un segundo por vuelta más rápido y cuando ves a coches que son capaces de ir más de un segundo por vuelta más rápido, quiere decir que el coche tiene margen de mejora de un segundo por vuelta. Esa es nuestra referencia".
"Ese segundo de mejora no es sólo del coche, en parte también viene del motor y de cosas que no dependen de McLaren pero nuestro objetivo es ese, empezar a traer desde hace dos meses evoluciones al coche y mejorar y que esas evoluciones funcionen. No siempre en Fórmula 1 las evoluciones funcionan, hay que tenerlo en cuenta".
"El año pasado hubo evoluciones, pero este año la intención es que todas esas evoluciones funcionen, que vayan dando poquito a poquito al coche e ir mejorando a lo largo del año. Repito lo que dije en pretemporada sobre lo que me gustaría ver este año: independientemente de en qué posición empecemos y acabemos, quiero ver que el coche mejora, me gustaría ver progresión durante el año".
Más actualizaciones están por llegar en el chasis, aerodinámica, motor e incluso ya han anunciado la creación de un nuevo túnel del viento para seguir con el desarrollo los próximos años.
Poco a poco y sin hacer ruido podemos decir que McLaren ha vuelto…o al menos está llegando.