La decisión de Daniel Ricciardo de abandonar Red Bull para poner rumbo a Renault fue sin duda una de las más comentadas de la temporada pasada. Es mucho lo que se ha escrito sobre el australiano y las motivaciones que le llevaron a abandonar la escudería de las bebidas energéticas, donde ha pasado la mayor parte de su carrera deportiva. Unas veces se le atribuía la culpa al claro favoritismo que Red Bull exhibió hacía su ahora excompañero de equipo Max Verstappen. Aunque también se le achacó gran parte de culpa a la aventura que Red Bull estaba a punto de comenzar junto a Honda, como su nuevo proveedor de unidades de potencia. Como ya sabemos el regresó de Honda a la Fórmula 1 ha sido una larga serie de desgraciadas y bochornosas actuaciones que ponían muy en duda su capacidad para estar en la categoría reina del motor. Sin embargo este año contra todo pronóstico parecen haber encontrado una solución a sus problemas y han comenzado a salir a flote.

Fuera el motivo que fuese Daniel Ricciardo comenzó una nueva etapa en Renault esta temporada. Aunque la suerte parece no estar de su lado; puesto que si Renault la temporada pasada despunto como uno de los mejores equipos de la zona media de la parrilla, este año apenas consigue mantenerse en la octava posición del mundial de constructores con catorce puntos; mientras que McLaren llevando su misma unidad de potencia y habiéndose enfrentado a algunas dificultades durante la toda la temporada ha conseguido escalar hasta la cuarta posición con un total de treinta puntos.

Dada la situación no es de extrañar la frustración de Daniel Ricciardo, pero si a ello le sumamos los errores de estrategia que cometió Renault en el Gran Premio de Mónaco, no es para menos. El australiano partía desde la sexta posición en la parrilla de salida, lo que auguraba un buen resultado y una importante suma de puntos; sin embargo cuando Daniel Ricciardo rodaba en la quinta posición tras haber superado a Kevin Magnussen, su equipo tomó la errónea decisión de llamarlo a boxes lo que le hizo perder un montón de posiciones y quedar atrapado detrás del Alfa Romeo  de Kimi Raïkkönen.

"Simplemente, caímos detrás de coches de los que no teníamos que haber caído. Fue frustrante. Lo arreglaré con el equipo, obviamente queremos hacerlo mejor, podemos y tenemos que empezar a hacerlo mejor", comentó el australiano.

"Lando nos iba a retener, porque Carlos estaba abriendo distancia. Estas son cosas que pese a que estoy pilotando el coche y sucede todo lo demás, las veo tan claramente, ¿cómo pueden los demás no verlas? No podemos cometer estos errores", añadió el de Renault.

De este modo se tuvo que despedir de su respetable quinta posición y acabar conformándose con el noveno puesto, que consiguió tras haber ganado una posición tras la penalización de Romain Grosjean. Un resultado bien distinto al de la temporada pasada donde consiguió  hacerse con la victoria en el trazado de Montecarlo, sin duda esta vez la sensación ha tenido que ser bien distinta y el australiano probablemente se haya preguntado si tomo la decisión correcta al abandonar Red Bull, sobre todo al ver que Max Verstappen podría haber sido segundo sino hubiese sido por la penalización que lo relegó a la cuarta posición.

"Aquí la posición de la pista es clave, y la teníamos. Toda la mañana hablamos sobre pasar a Kevin al principio, y lo hicimos. Estábamos emocionados, pero lo perdimos todo. Vi a Kevin después de la carrera, y él también estaba fastidiado. Los dos lo estábamos. Mira, no puedo lloriquear, tengo que ser constructivo al respecto, y solo saber qué podemos hacer mejor", concluyó Daniel Ricciardo.

El progreso de Honda se debe a la lección aprendida junto a McLaren