El director ejecutivo de la escudería inglesa con sede en Woking, McLaren, reconoce que ganar de nuevo en la máxima categoría del automovilismo todavía les llevará un tiempo. Saben que están poniendo todo lo necesario para salir del fango en el que llevan instaurados desde el 2013. Muchos cambios se han producido desde entonces, tanto a nivel deportivo como técnico. Salida de pilotos, mecánicos, ingenieros, jefes de equipo y del mismísimo Ron Dennis. El año 2018 marcó un punto de inflexión, después de tres infames temporadas de la asociación Mclaren-Honda ambas marcas decidieron poner punto final a una unión que tenía como objetivo repetir los hitos del pasado. Nada salió bien, McLaren culpaba de todos sus males a los japoneses, defendiendo a capa y espada que tenían uno de los mejores chasis de la parrilla. El piloto español, Fernando Alonso, comenzaba a estar cansado, pero decidió dar un voto de confianza al equipo una última vez. Era el año de la esperanza, McLaren ya no tenía el lastre del motor Honda, con Renault comenzaba una nueva era. Pero amigos, la verdad salió a la luz, los ingleses mejoraron sus prestaciones sí, pero aun muy lejos de los puestos punteros. El último equipo con motor galo, muy por detrás de Red Bull y de la propia escudería francesa. El monoplaza acabó siendo uno de los menos competitivos de la parrilla, lograr pasar a Q3 o sumar puntos los domingos se antojaba harto complicado. Esto fue la gota que colmó el vaso, el asturiano decidió decir adiós a la categoría que le hizo grande después de 17 largos años. La incompetencia e ineptitud de McLaren desde la marcha de uno de sus pilares, Lewis Hamilton, ha acabado con la paciencia de muchos.

El año 2019 es el año en el que la escudería inglesa está empezando a ver la luz al final del túnel. El auto ha logrado entrar en la mayoría de las Q3 disputadas y el ritmo de carrera es mucho más alentador. Lograr sumar puntos de manera regular los domingos ha dejado de ser una quimera. Ahora mismo son el cuarto equipo de la parrilla, la velocidad punta y las rectas ya no son un quebradero de cabeza. Han logrado fabricar un chasis competitivo, la prueba está en como están siendo más competitivos que escudería gala, Renault, con el mismo motor. Es innegable el salto de prestaciones, se nota que en Woking se ha trabajado muy duro por fabricar un monoplaza competitivo. Además de la llegada de hombres como Andreas Seidl, James Key, Gil de Ferran, o la vuelta de Pat Fry será clave de cara al futuro. Es cierto que para muchos puede resultar pobre que una escudería histórica como es McLaren tenga que pelear por ser el mejor del resto. Pero hay que tener en cuenta que los ingleses han llegado a ser el penúltimo monoplaza en cuanto a prestaciones estas últimas temporadas. Queda mucho trabajo por delante, desde luego, pero lo que es innegable es que se están dando los pasos en la dirección adecuada para su resurgimiento. Los grandes cambios llevan tiempo hasta que dan sus frutos, por eso se debe ser paciente y la clave está en tres puntos: unión, trabajo y constancia. Hasta 2021 lo más probable es que ningún equipo que no sea Mercedes pueda ganar el campeonato. Aquí es donde la escudería inglesa debe centrar todos sus esfuerzos, el cambio de normativa puede jugar a su favor y ser un punto de inflexión. Zak Brown tiene claro que será un momento clave, la limitación de presupuestos hará que las diferencias con los tres de arriba se reduzcan.

“Será largo. A corto plazo, tenemos que luchar contra algun equipo de gran presupuesto y sabemos que los problemas de recursos se resolverán en 2021. Creo que cuando la Fórmula 1 vaya a sus nueva fase, jugará a favor de McLaren, por eso hemos comenzado nuestra reconstrucción. Reclutamos a Andreas Seidl y James Key y a Gil de Ferran; y el equipo lo está haciendo mucho mejor que antes, necesitamos construir un mejor monoplaza. Creo que volveremos a ganar en la ventana de dos a diez años, espero que en el medio, pero no tengo dudas de que volveremos a ganar” finaliza el estadounidense.