Disputadas ya cinco carreras, empieza a ser muy evidente la diferencia de rendimiento entre los dos pilotos de la escudería Red Bull Racing. Max Verstappen sigue asombrando con su velocidad y especialmente por su pilotaje sólido y muy maduro, consiguiendo intercalarse entre los Mercedes y los Ferrari en varias carreras, a pesar de contar con un coche con menos rendimiento que el del equipo italiano, al menos en teoría. Sin embargo su compañero de equipo no ha podido terminar ninguna carrera más allá de la sexta posición. 

Es cierto que esta sexta posición conseguida en diversas carreras esta temporada sería una posición lógica si tenemos en cuenta la velocidad de su coche y el hecho de que sea su primer año en el equipo austríaco, pero no hay duda de que al menos de momento, está muy lejos del ritmo que tanto los aficionados, como su propio equipo y él mismo esperaban antes de empezar el presente curso.

Ya desde los test de pretemporada demostraba un alto grado de nerviosismo, con dos accidentes durante los cuatro días que se subió a su nuevo monoplaza, y en las primeras carreras del año su ritmo estaba más cerca de la zona media que del ritmo real del Red Bull o el conseguido por Verstappen, llegando incluso a tener que pelear por las últimas posiciones de puntos en Australia y Bahréin. Este último merece mención aparte ya que el año pasado con un Toro Rosso muy inferior a su hermano mayor y actual equipo, logró una meritoria e impecable cuarta posición, en la que era el mejor resultado del motor Honda desde su regreso a la Fórmula 1, hasta que Verstappen logró subir al tercer cajón del pódium en la primera carrera de este año en Australia.

La llegada de la Fórmula 1 a tierras europeas prometía el resurgir de la mejor versión del piloto francés, donde empezaría a encontrar velocidad de su nuevo coche y acercarse al rendimiento de Max Verstappen y sin embargo, a pesar de igualar su mejor resultado de esta temporada, no fue capaz de seguir la estela de su compañero. De hecho, volvió a quedar a casi un segundo de su compañero en clasificación y en carrera, exceptuando el período transcurrido tras el Safety Car, sólo en una de las 53 vueltas disputadas hasta entonces fue capaz de ser más rápido que el piloto holandés.

Desde el seno de Red Bull sigue reinando la paciencia y el silencio sobre el estado de forma del galo. Antes de empezar la temporada, miembros claves del equipo anticipaban que no esperaban ver a Gasly poner en apuros a Verstappen al menos hasta mitad de temporada, tanto en clasificación como en carrera, pero es fácil suponer que esperaban mucho más de él; y cada vez son más las voces que afirman que Gasly podría no terminar la temporada en Red Bull, si bien es cierto que en este momento no parece que haya un piloto capaz de mejorar los resultados del francés en la cantera del equipo de las bebidas energéticas.

Será interesante ver si Pierre Gasly es capaz dar la vuelta a la situación y empezar a poner en apuros a su compañero y empezar a luchar por las posiciones de honor, o si por el contrario se mantendrá esta tendencia y su equipo comenzará a replantear si tiene sitio en Red Bull.