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El circuito de Interlagos aún no ha dicho su última palabra

El circuito carioca quiere permanecer en el calendario más allá de 2019 ante los rumores de un nuevo trazado en Río de Janeiro.

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El circuito de Interlagos aún no ha dicho su última palabra
Fuente imagen: Motorlat

Hace unas semanas saltaba la noticia en el mundo de la Fórmula 1 que afirmaba que el Gran Premio de Brasil se mudaría desde Sao Paulo hasta Río de Janeiro tras el término de la temporada 2019. Dicho anuncio creó cierta conmoción en el paddock del pasado Gran Premio de España, ya que Interlagos es uno de los circuitos más queridos por los pilotos y donde el ambiente brasileño es muy caliente en cada cita.

En cambio con el paso de los días la situación parece haber dado un pequeño giro y las opciones del actual circuito que es sede del Gran Premio brasileño, para continuar como tal, se han fortalecido. Muchos son los movimientos que están surgiendo en Brasil, tras el inicial anuncio en favor de Sao Paulo y la necesidad de construir de cero un trazado en Río de Janeiro está comenzando a decantar la balanza poco a poco del lado de Interlagos.

El actual circuito brasileño es pura historia de la Fórmula 1. Debido a su fecha en el calendario, grandes campeones mundiales se han coronado como tal en el revirado trazado carioca, por ejemplo desde la temporada 2005, hasta la 2009, Fernando Alonso, en dos ocasiones, Kimi Raikkonen al volante de Ferrari, Lewis Hamilton en una carrera épica y Jenson Button con Brawn GP, alcanzaron el olimpo de la competición bajo el cielo brasileño.


Fuente de la imagen Fórmula 1
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Interlagos
ha sido la sede del Gran Premio de Brasil de forma continuada desde 1990. Son 36 las citas totales que han presenciado las curvas del trazado carioca, siendo Michael Schumacher, con cuatro victorias, el piloto que mayor número de veces se ha subido al escalón más alto del podio. Uno de los momentos más mágicos y brillantes que permanecen en la memoria de todo amante a la Fórmula 1 se produjo en 1991. El ídolo local, Ayrton Senna, venció en su país natal con un McLaren averiado que le produjo calambres musculares debido al tremendo esfuerzo físico que le obligó a realizar el bólido para conseguir llevarlo hasta la línea de meta con la caja de cambios rota. Los gritos del mito carioca por la radio tras la finalización de la carrera y los cánticos de la hinchada brasileña son uno de los episodios más sonados de la historia de la competición.

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