En Grove las cosas llevan un tiempo sin salir como ellos quisiesen. Cuentan con el podio de Stroll en Azerbaiyán 2017 como el último de su carrera, y más dramáticamente, este año ni han olido el top 10. Es por eso que desde la directiva de Williams Racing, encabezada por Claire Williams, están pensando en cambiar la filosofía que les caracteriza y dejar de considerarse un equipo independiente.

Ahora mismo, esta solución se trata de comprar piezas de otros fabricantes para intentar arreglar la catastrófica situación que están pasando. Desde los inicios de Williams, se han catalogado como un equipo independiente. No obstante, la situación actual es límite y parece que la adquisición de piezas por parte de diferentes proveedores es la única forma de arreglarlo a corto y medio plazo.

El histórico equipo inglés fundado por Sir Frank Williams no levanta cabeza, y se confirma el estancamiento en los últimos puestos que veníamos viendo del año pasado. Y este lastre de piezas no vendrá por parte de los motoristas, ya que disponen del (hasta ahora) mejor motor de la parrilla.

La falta de piezas les está pesando desde bien empezada la pretemporada: los coches no llegaron a tiempo a los test de pretemporada y se perdieron dos jornadas completas de rodaje, cosa que retrasa posibles evoluciones del equipo mientras dan vueltas al circuito. Los resultados, obviamente, hacían presagiar que 2019 no sería un buen año.

Llevan varios años de rumores de venta del equipo en el paddock, y la negación de Claire Williams y la cúpula directiva del equipo, mientras muchas voces de la F1 consideraban necesario la compra de piezas a empresas externas al campeonato, para ahorrar en gastos e intentar ser más eficientes.

A día de hoy, parece que Claire quiere rectificar e intentar subsanar todo este daño ocurrido en el equipo, y es lo que declara para GPToday: “En la actualidad, estamos analizando si debemos hacerlo. Estamos orgullosos de montar nuestros diseños y fabricar todas las piezas, lo que nos convierte en independientes. Sin embargo, es algo que debemos tratar si tiene consecuencias negativas para la empresa”.

“Llegar tarde a los test pudo ser consecuencia de esto. ¿Deberíamos diseñar nuestro fondo plano si hay expertos que podrían hacerlo de manera más eficiente tanto respecto al tiempo como al precio?” se pregunta la ahora mandamás del equipo de Grove. Y es el tema que tanto han querido rechazar en el equipo y que, si quieren salvarse a corto plazo, deberán, al menos, plantearse.

En el horizonte de la Fórmula 1 está la nueva normativa de 2021 y, con ella, la estandarización de piezas para todos los equipos. Es un pequeño lucero de esperanza para Williams Racing, la salvación a parte de sus males. No obstante, y hasta entonces, deberán buscar piezas nuevas externas recurriendo a proveedores de cara, ya no solo a esta temporada, si no a la próxima.

Realmente es triste ver como un equipo histórico como Williams se encuentre en la situación que está pasando estos años, sobre todo este. Por contra, es necesario que, por más histórico que sea, se adapten a las nuevas “formas” de compra/venta de materiales para los coches y dejar de lado el orgullo que temen perder por poder llegar a convertirse en equipo B de Mercedes, como los rumores han considerado estos últimos años, y especialmente este, tras la pérdida, además, de patrocinadores tan fuertes como Martini o la inversión de Lawrence Stroll en beneficio de su nuevo equipo, Racing Point.

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