Tras el Gran Premio de España el equipo Ferrari vuelve a encontrarse en el punto de mira. Los de Maranello parecen encadenar error tras error en cada una de las carreras de esta temporada de Fórmula 1, lo que sin duda alguna podría costarles el campeonato mundial, si es que no lo han perdido ya. Puesto que mientras que los italianos parecen no encontrar el ritmo, además de que no paran de echar piedras sobre su propio tejado con una larga y cuestionable lista de órdenes de equipo que no han hecho nada más que perjudicarles; la imparable formación del equipo Mercedes ha conseguido la friolera cifra de cinco dobletes consecutivos, escribiendo así una nueva página de la historia de la categoría reina del motor.

Los Ferrari  que llegaron al Gran Premio de Australia como favoritos tras mostrar una ilusoria fortaleza en los test de pretemporada. Se vieron devastados por el ritmo inquebrantable de Mercedes y por si esto fuera poco, en el último tramo de la carrera cuando Charles Leclerc se acercaba a Sebastian Vettel se vio frenado por una llamada de radio y una parada en boxes para así proteger a sus piloto estrella.

En Bahréin la cosa no fue mucho mejor, sobre todo para Charles Leclerc, el cual lideraba claramente la carrera hasta que su monoplaza se fue quedando sin potencia, a tan solo unas pocas vueltas para el final. Si no hubiese sido por el coche de seguridad el monegasco no hubiese podido salvar ni siquiera el tercer escalón del podio.

La imagen del equipo Ferrari no mejoró mucho en el Gran Premio de China, donde el equipo italiano decidió regalarle una parada extra su piloto más joven, además de incluso pedirle dejar pasar a su compañero de equipo, a lo que un sorprendido Charles Leclerc exclamó: "Pero si me estoy alejando de él".

El Gran Premio de Azerbaiyán  fue un duro golpe para los italianos. Charles Leclerc cometió un error durante la clasificación que llevó a su monoplaza ante los imperdonables muros del circuito de Bakú, sentenciado así todo su fin de semana, mientras que Sebastian Vettel comenzó y acabó la carrera en la tercera posición sin conseguir acercase a los Mercedes.

Sin embargo si todo esto nos había parecido poco, los de Maranello decidieron poner la guinda del pastel en el Gran Premio de España. Sebastian Vettel le hizo un plano a su neumático en la salida por lo que en la primera parte de la carrera no pudo alcanzar un ritmo optimo con su monoplaza, aun así en el muro de Ferrari  tardaron once vueltas en dar la orden de que dejará pasar a su compañero de equipo que venía más rápido que él. A lo que se sumaron unas paradas en boxes marcadas por los problemas. Pero los errores no cesaron ahí, sino que decidieron ponerle el neumático duro a Charles Leclerc haciéndole perder la oportunidad de tener un ritmo más favorable y aún a pesar de esa mala decisión, decidieron añadirle otro más, haciendo llegar tarde la orden de que dejase pasar a Sebastian Vettel cuando el monegasco iba más lento.

Con toda esta larga lista de errores, sumada a la falta de ritmo del monoplaza y la interesante cuestión de quién de sus dos pilotos debe ser elegido como su mejor postor. En una temporada donde Sebastian Vettel parece ceder ante la presión y a Charles Leclerc todavía le afloran los errores del principiante. Ferarri  lo tiene muy complicado para volver a alzarse y poder plantarle cara a los imbatibles Mercedes, aunque por el bien del interés del campeonato esperemos que puedan resurgir y sacarnos de la monótona hegemonía de las flechas plateadas.

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