Ferrari tenía una ocasión de oro para redimirse de lo ocurrido en el Circuito de Albert Park, donde parecían estar perdidos. Se vio claro con aquella radio de Sebastian Vettel: “No sabemos por qué”, le respondían tras preguntar el motivo de tener un ritmo tan pobre.

El Gran Premio de Baréin era el mundo al revés, “Il Cavallino Rampante” cabalgaba sobre el liderato, mientras los Mercedes acechaban en la sombra, esperando algún error o problema en Ferrari. Pues ocurrió, y por partida doble, un error de Vettel en la lucha con Lewis Hamliton y un problema en la combustión interna, según Mattia Bonotto, jefe del equipo Ferrari, en el monoplaza de Charles Leclerc impidieron la victoria ferrarista. El monegasco estaba haciendo un fin de semana perfecto, aunque se quedó sin su primera victoria en Fórmula 1, y dio gracias por la aparición del safety car, porque salvó su primer podio. Mercedes ha salvado un fin de semana complicado, los de Maranello vuelve a derrumbarse.

La cuestión es qué debería hacer Ferrari, volverse loco no, está claro, es la segunda carrera de la temporada y “Las flechas de plata” pueden fallar. Pero las clásicas luchas internas y comentarios en Maranello volverán tras este fin de semana, provocando un terremoto interno y mediático innecesario.

 Aunque parezca una derrota por errores propios, no lo es, algo que el tetracampeón no puede decir, un nuevo trompo no despeja dudas sobre él. Tampoco ayudan las duras críticas que está recibiendo desde Italia, la Gazzetta dello Sport califica la situación de Vettel de “piscodrama”. Por tanto, la cuestión anterior si tiene aquí cabida, ¿Qué debe hacer Ferrari respecto a sus pilotos?

La situación es compleja, tienen al futuro y al presente, a un campeón y a un futuro campeón. Leclerc está mostrando dotes de liderazgo, cortarle las alas sería un error. Por otro lado, Binotto ya dijo que Vettel es su campeón, y lo es, el lideró el proyecto anteriormente, logrando un coche ganador en los dos últimos años. Ferrari no debería tener un favorito, tiene que dejar competir y apostar más adelante, pero el alemán debe ponerse las pilas porque con un Leclerc campeón a final de año, ¿Quién sabe si “Lina” será el último monoplaza rojo del alemán?

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