Durante la primera sesión de libres en la espléndida trazada brasileña de Interlagos, en casa Ferrari testaron un nuevo sistema de enfriamiento probablemente para la próxima temporada. Como bien sabemos en esta zona lateral del auto pasan los flujos de aire dirigidos hacia la parte trasera del monoplaza, y cuanto más se estreche esta parte mejor serán los beneficios aerodinámicos.

En los últimos años las escuderias trabajaron mucho en el "empaquetado" de los componentes que se esconden por debajo del capó, para tratar de mejorar las prestaciones del auto. Efectivamente a parte las cuestiones relativas al peso y al balance del coche, restringiendo los espacios interiores también se obtienen efectos positivos en la fluido dinámica del auto.

Por esta simple razón Ferrari parece que esté tratando de encontrar una solución revolucionaria para lo que será el proyecto 670 de la temporada 2019, para poder estrechar todavía más el auto desde la zona de los pontones, modificando de hecho la solución introducida desde el diseño del SF70-H, donde desplazando hacia atrás las entradas de los radiadores posicionándolos automáticamente más lejos de las ruedas delanteras, evitaron los efectos dañinos causados por los neumáticos.

Gracias a la foto del amigo Albert Fabrega que supo aprovechar el momento oportuno, podemos observar los multíplices sensores introducidos bajo el capó del SF71-H para tratar de recopilar datos precisos, para que los técnicos liderados por Mattia Binotto puedan encontrar las soluciones estudiadas para el proyecto de la próxima temporada.