El pasado Gran Premio de Estados Unidos ha sido la primera carrera en la que Ferrari ha podido mostrar todo el potencial de su unidad de potencia actualizada con el nuevo sistema híbrido basado en una batería de estado sólido en lugar de una de iones de litio. Ferrari había esperado casi dos tercios de la temporada para hacer la primera gran actualización de su motor y finalmente tenemos una carrera relativamente normal para poder evaluar el nivel de desempeño del nuevo sistema híbrido.

Antes de pasar directamente al análisis de los datos, vamos a explicar los cambios realizados por Ferrari en su unidad de potencia. Para quienes lleguen un poquito tarde, el equipo italiano inicio la temporada actual con exactamente la misma unidad de potencia de la temporada pasada y pasar de contar con tokens disponibles para modificar varias de las seis áreas que conforman la unidad de potencia los italianos decidieron tomarse las cosas con calma y trabajar más despacio en el sistema híbrido. Esa espera finalmente se tradujo en un nuevo sistema híbrido el cual está apoyado en el cambio de tecnología de almacenamiento de la energía.

Básicamente los italianos decidieron desechar la tecnología de baterías basada en iones de litio para adoptar una basada en estado sólido. Esta nueva tecnología les ha dado un paquete de baterías mucho más pequeño, compacto y ligero en comparación con el anterior, ahorrando así unos 2 kilos de peso solo en el paquete. Adicional a esto, el sistema también necesita menos cableado lo cual impacta directamente en el peso total de todo el sistema y en la refrigeración del mismo. También hay que resaltar que como el sistema de baterías es más pequeño la refrigeración necesaria para mantenerlo dentro de los rangos buscados por los rojos es mucho más pequeña dando así con una solución de radiadores más compactos. Todo esto también ha ayudado al equipo a mejorar sustancialmente su paquete aerodinámico, en especial en la parte trasera de la carrocería del coche.

Habiendo puesto en perspectiva el cambio realizado por Ferrari entonces ahora nos centraremos en analizar el rendimiento de sus coches en el Circuito de las Américas de Austin, Texas. Esta ha sido la carrera perfecta para poder tener una idea más clara del impacto que ha tenido la nueva solución implementada por Ferrari ya que es un circuito que cuenta con una excelente combinación de curvas de todo tipo de velocidades y también con tramos rectos que demandan muchísima potencia del motor.

El segundo sector del COTA es el mejor lugar para poder hacer una comparativa justa que pueda darnos una buena idea del rendimiento que tiene el motor de Ferrari con el nuevo sistema híbrido. En este sector los rojos lograron ser en promedio 0.235 décimas de segundo por vuelta más rápido que McLaren, pero lo más interesante es que la media ha sido aun mayor con Ferrari por delante por unas 0.249 décimas de segundo por vuelta. Aunque no todo puede atribuirse directamente a la mayor potencia que ahora puede entregar el motor, si podemos intuir que mucho está relacionado con eso. Este nuevo sistema híbrido ha permitido que el coche sea un poquito más ligero y que tenga mejor aerodinámica en la parte trasera, algo que sin lugar a dudas ha ayudado en el tramo de curvas de alta velocidad que tiene el segundo sector. Esa misma tendencia se pudo observar con Mercedes Benz y Red Bull Racing. Usando los datos de la primera tanda de ambos equipos, los alemanes fueron en promedio 0.283 décimas de segundo más rápido que Red Bull Racing, con una media de 0.250 décimas.

Debajo les dejamos una gráfica para ilustrar mejor las diferencias entre Ferrari (Azul) y McLaren (Naranja).

Por otro lado, al comparar directamente el rendimiento de Ferrari con el de Mercedes Benz, tenemos un resultado totalmente diferente. Los alemanes en promedio fueron 0.304 décimas de segundo más rápido que los italianos con una media de 0.346 décimas de segundo. Al considerar que en términos generales un caballo de fuerza representa 0.016 décimas de segundo en velocidad entonces tenemos que el propulsor italiano estaría entre 19 y 22 caballos de fuerza por detrás del alemán. Lógicamente y al igual que hicimos con McLaren no todo ese déficit se le puede atribuir completamente al motor ya que el paquete aerodinámico de Mercedes es claramente mejor que el de Ferrari, pero pienso que es posible que el 70% del déficit venga del motor lo que nos deja con un déficit de entre 13 a 16 caballos de fuerza.

Para Ferrari todo esto es ganancia pura puesto que el sistema híbrido se ha diseñado desde cero pensando en otro motor de combustión interna, por lo que sacar buenos resultados a pesar de eso es una clara señal de que los italianos parecen ir por el camino correcto y que su unidad de potencia para el 2022 promete volver a colocarles en posiciones de alta relevancia.