Todos conocemos de sobra el potencial de Álvaro Bautista, habiéndolo visto disputar un total de 274 Grandes Premios. No obstante, el talaverano volvió a sorprendernos en el último Gran Premio de Australia, en el circuito de Phillip Island. Tras ser nombrado sustituto de Jorge Lorenzo en la montura oficial para la carrera australiana, el español se sobrepuso a un inicio dubitativo de fin de semana para luchar arriba y terminar en cuarta posición.

A pesar de tener experiencia con la Desmosedici GP17 en el Ángel Nieto Team, el toledano no había experimentado el rodaje de la montura actual, la GP18. Por tanto, esta era la oportunidad de oro para demostrar que estaba capacitado para dar el salto a un equipo con montura oficial.

El Gran Premio no empezaba de la mejor manera posible: Bautista se cayó hasta en tres ocasiones durante las tandas de entrenamientos libres. A pesar de pagar ese precio por la adaptación, además de sufrir problemas con el cambio, los tiempos iban mejorando progresivamente, aunque tuvo que pasar por la Q1. El paso a Q2 estuvo relativamente fácil, no supuso problema para el español, aunque en dicha sesión sufriese una caída a raíz de otro fallo con el cambio.

Y llegó el momento cumbre: domingo de carrera. “Hacerlo lo mejor posible, dar lo mejor de mí”, palabras que el español declaró a los comentaristas de Movistar MotoGP antes de empezar el Gran Premio. Así fue, el 19 no decepcionó a nadie e hizo un carrerón con todas las letras, marcando ese cuarto puesto como la mejor posición de llegada de la temporada.

Luchó hasta el final de carrera con las Suzuki, Valentino Rossi y su compañero de equipo en esa carrera, Andrea Dovizioso, por subirse al podio y dejar su casillero de cajones a 50. No pudo ser, una vez más, por un error con las marchas, su tara durante el fin de semana, a falta de dos vueltas. El español se mostró muy satisfecho con el rendimiento mostrado a lo largo del fin de semana, y tuvo claro que, de no haber cometido ese error, hubiese luchado por el podio hasta el final, aunque fuese contra Dovi y éste estuviese jugándose el subcampeonato.

Tras acabar la carrera, el talaverano comentó y habló sobre las diferencias que había en tener o no una montura de fábrica: "El nivel que hay ahora mismo en MotoGP se decide por pequeños detalles, en un equipo satélite tienes a tus mecánicos y tu ingeniero. En un equipo oficial, detrás hay cuatro más vigilando y ajustando pequeños detalles". 

Como comentábamos, su paso por MotoGP finalizó con este cuarto puesto como mejor resultado de la temporada. Ahora, Álvaro dará el salto a Superbikes de la mano de Ducati, siendo éste la gran apuesta para poner en apuros e intentar vencer a Jonathan Rea, dominador de la categoría y coronado como el mejor piloto de la historia de la competición.