El fichaje de Jorge Lorenzo por Ducati generó unas expectativas muy altas en el seno de la fábrica de Borgo Panigale y en todos los aficionados, ya que Lorenzo había acabado desde 2010 siempre entre los 3 primeros del campeonato y el proyecto dirigido por Luigi Dall’Igna cada vez era más competitivo. Pero tales expectativas no se cumplieron, ya que, a pesar de que en las primeras partes de carrera siempre se le veía muy competitivo, pasada la mitad de la carrera iba perdiendo ritmo de forma progresiva, y eso se reflejó en los resultados, consiguiendo tan sólo 3 podios y ninguna victoria en 2017. Mientras, su compañero de equipo, Andrea Dovizioso lograría 6 victorias, 8 podios y plantarle cara a Marc Márquez en la lucha por el título de Campeón del Mundo de MotoGP.

Pretemporada y comienzo de temporada 2018

El piloto mallorquín preparó a conciencia la temporada 2018 durante todo el invierno, batiendo el record del Circuito de Sepang que hasta el momento conservaba el piloto de Cervera y mostrando un ritmo en los test que no existía en la anterior temporada. Llegó Qatar y Lorenzo se puso primero en las primeras vueltas de la carrera, pero una caída haría presagiar que, de nuevo, este sería un año complicado. A partir de ahí, en las siguientes 4 carreras encadenaría una serie de resultados bastante negativos, que haría plantearse a la marca italiana la continuidad del 99 en sus filas.

Gran Premio de Italia

En medio de un mar de dudas sobre su futuro, llegaría el fin de semana de carrera en Mugello, donde un cambio muy pequeño daría un gran resultado.Una modificación en el depósito, que haría que sus brazos fuesen en una postura más cómoda y relajada a la hora de pilotar la Desmosedici GP18, conllevaría un cambio a la hora de afrontar las carreras, llegando en una mejor condición física al final de las mismas. En casa de Ducati y Dovizioso, y con un Jorge rabioso con ganas de callar muchas bocas, lograría una victoria a su manera, con un dominio de principio a fin, enmudeciendo a todo Mugello y a todos esos que tan duramente le habían criticado, empezando por el CEO de Ducati, Claudio Domenicali, reafirmándose el piloto balear tras una frase que dijo en el jueves previo a la carrera en alusión a su jefe: “No soy un gran piloto, soy un campeón”. Días más tarde, se oficializaría la llegada de Danilo Petrucci al equipo oficial de Ducati y la marcha de Lorenzo a Honda.

Gran Premio de Cataluña

Liberado de la presión y con el futuro aclarado, Lorenzo llegaba a Barcelona con un extra de motivación, asegurando que no bajaría los brazos y que lucharía hasta el final por el título a pesar de su marcha al HRC en 2019, como se recogen en unas declaraciones a Movistar MotoGP en el jueves previo a la carrera: “Si me hubiesen dado las piezas antes, podía haber ganado antes y lograr más podios. Ha llegado todo demasiado tarde, pero el pasado es pasado y ahora tenemos una moto buena. Voy a dar el máximo hasta el final de temporada”. De nuevo, el domingo veríamos en Montmeló ese modo martillo que se echó en falta en el año y medio que llevaba con el equipo italiano, clavando todas las vueltas en 1:40 bajos y manteniendo un ritmo que el ilerdense no supo contrarrestar para ganar en el Circuit de Barcelona-Catalunya.

 Resto de la temporada 

A partir de esas 2 victorias consecutivas, Lorenzo lucharía por las primeras posiciones en las siguientes carreras, quedando 2º en la República Checa  y venciendo en el Gran Premio de Austria. Pero en la tercera carrera de la temporada en territorio español (Alcañiz) se pondría fin a ese gran estado de forma del balear, después de caerse en la primera curva del Gran Premio de Aragón, lesionándose 2 dedos del pie derecho. Llegando al Chang International Circuit, sin estar al 100% físicamente, se volvería a caer de una forma tan violenta como extraña en el Entrenamiento Libre 2, sufriendo una fuerte contusión en la muñeca izquierda y una fuerte contusión en el tobillo del pie izquierdo, lo que le haría perderse el resto de la gira asiática y, aunque disputaría la carrera de Valencia, no se encontraría cómodo durante el fin de semana y finalizaría su última carrera con Ducati en 12ª posición.