Pasamos el ecuador del mundial de motociclismo y entramos en la undécima carrera de la temporada, el GP de Austria. Los dos pilotos oficiales de Yamaha han experimentado una mejora pero no lo suficiente para hacer una buena temporada. El veterano Valentino Rossi, en la última carrera en Brno, logró una sexta posición que sabe a gloria si tenemos en cuenta sus resultados anteriores en Italia, Cataluña y Assen donde no pudo acabar las carreras por caídas y la octava posición en Alemania. 

Valentino consiguió superar a su compañero Maverick Viñales quien a su regreso del verano ha perdido todas las esperanzas de acabar la temporada con buenos resultados. El piloto catalán volvió a sentir la poca estabilidad, poco agarre y una carrera con malas sensaciones en la que no pudo conseguir nada más que una décima posición. La pérdida de confianza llegó del viernes al sábado. Durante la primera jornada de entrenamientos libres, con más temperatura en pista, Viñales parecía el mismo que se fue de vacaciones. Confiado y seguro, se postulaba como la gran alternativa a Marc Márquez este fin de semana, incluso al mismo nivel que Andrea Dovizioso pero cuando llegaron las lluvias Maverick desapareció de las primeras posiciones y en la Q2 no logró nada mejor que la novena posición. "Me fue imposible apretar, no podía adelantar por falta de tracción y velocidad punta. No podía adelantar en ninguna curva me costó siete vueltas adelantar a Bagnaia y eso que él iba un segundo y medio más lento que yo"

En el caso de los pilotos del Petronas Yamaha SRT, los resultados no fueron mejores ya que Fabio Quartararo logró la séptima posición y Franco Morbidelli la vigésimo segunda. Yamaha no subió al podio en la república checa ni estuvo cerca de hacerlo, pero en el test del lunes se ha desquitado con un triplete protagonizado por Quartararo, Maverick y Morbidelli, y con Rossi sexto. Pero más importante aún, encabezaron la tabla de tiempos. Todo indica que los componentes estrenados de la versión 2020 de su M1 dan buenos resultados.